Endulzante artificial de origen proteico, constituido por dos aminoácidos, la fenilalanina y el ácido aspártico. Como todas las proteínas, aporta cuatro calorías por gramo, pero por su alto poder endulzante (200 veces más que el azúcar) se utiliza en mínima cantidad. Cada cucharadita posee dos calorías.
Si se almacena durante mucho tiempo o se expone a altas temperaturas pierde su poder edulcorante. No es indicado para agregar a las comidas antes de la cocción. El aspartamo es un edulcorante seguro y apto para personas con diabetes, mujeres embarazadas (ya que no atraviesa la placenta), madres lactantes, y niños. Sin embargo, por su contenido de fenilalanina, está contraindicado para personas que padecen fenilcetonuria.
Aplicaciones: se utiliza para saborizar una amplia gama de bebidas y alimentos (gaseosas, jugos, lácteos, jaleas, mermeladas, postres, cereales, chicles, entre otros) y como edulcorante de mesa.
Aprobación: está aprobado en más de 90 países en el este y oeste de Europa, Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Australia y Japón. Ha sido evaluado por el SCF de la Comisión Europea en 1984 y por el JECFA de la FAO/OMS y la FDA en 1981.
Ingesta diaria admitida (IDA): Según SCF, JECFA y CAA ,40 mg/kg de peso.
Fuente:
Internacional Sweeteners Association
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