Episodio que suele ocurrirles a las personas con trastornos alimentarios, consistente en comer descontroladamente grandes cantidades de alimentos en períodos cortos de tiempo. Los atracones suelen repetirse con frecuencia y en secreto. Pueden o no ser seguidos de mecanismos compensatorios como vómitos inducidos, uso de diuréticos y laxantes, o actividad física excesiva.
Quienes sufren atracones sienten la necesidad compulsiva de comer en forma exagerada pero tratan de no hacerlo por temor a descontrolarse y aumentar de peso. Mantienen un control muy estricto sobre la manera de comer hasta que lo pierden y sobreviene el atracón. Generalmente sucede ante ciertos disparadores emocionales -como el estrés, la frustración o sentimientos negativos-, y estímulos del medio ambiente, como un vaso de vino, por ejemplo. La comida en exceso funciona como un alivio momentáneo para la angustia.
La mayoría de las personas que sufren atracones los padecen de una o dos veces por semana hasta diez veces al día. Cualquier plato puede ser factible aunque, con frecuencia, se comen alimentos elevados en grasas: comidas rápidas, tortas, galletitas, chocolate.
Este desorden prevalece más en la obesidad severa y está asociado con una aparición temprana de la obesidad, subidas y bajadas frecuentes de peso, menosprecio de la forma corporal propia, y complicaciones psiquiátricos.
¿Qué puede hacer usted?
* Comience por identificar la causa del atracón. Anote cada vez la comida consumida y las circunstancias que produjeron que comiera. Ponga atención particular a los sentimientos que experimentó antes, durante y después del atracón. Darse cuenta de qué emociones o situaciones suelen inducirlo a comer sin control es el primer paso para encontrar alternativas que lo ayuden a manejar estos disparadores.
* Evite hacer dietas y concéntrese sólo en mantener el peso hasta que logre controlar su modo de alimentarse.
* Trabaje sobre su tendencia a la autocrítica. Aprenda a desafiar pensamientos negativos y reemplácelos con una visión más equilibrada de su persona. Aprenda a reconocer los pensamientos negativos como generalizaciones no realistas con poca o ninguna evidencia que los respalde.
* Si no puede solo, es muy importante que pida ayuda.
* Entre los tratamientos sugeridos se destaca la psicoterapia cognitivo-conductual, que le enseñará a mantenerse atento a sus atracones, lo ayudará a modificar hábitos alimentarios no saludables y le permitirá rever ciertas actitudes. Es posible que su médico indique combinarla con antidepresivos.
* Si además de atracones tiene sobrepeso será preciso encarar a la vez el tratamiento de la obesidad.