Procedimiento bariátrico consistente en un globo inflable que resta espacio al estómago y ayuda así a perder peso.
El balón gástrico es el método bariátrico más simple. No es una intervención quirúrgica, ya que no requiere de incisiones ni suturas sino que se coloca por vía endoscópica con anestesia local en la garganta y una mínima sedación. El mecanismo que utiliza se denomina restrictivo porque consiste en reducir la capacidad del estómago.
El balón resulta una ayuda temporaria para quienes tienen un IMC de entre 30 y 40, y debe ser combinado con un programa de educación alimentaria y actividad física. También puede indicarse a obesos mórbidos que necesiten perder peso antes de una cirugía.
El 60 al 70% de los pacientes intervenidos con el balón alcanza un descenso de 12 a 25 kilos, según la adaptación al nuevo estilo de vida.
A través de un catéter se desliza suavemente por el esófago el balón desinflado. Una vez ubicado en el estómago, el balón se llena con 600 a 700 ml de solución salina y 10 cc de un colorante llamado azul metileno. Esta sustancia permite detectar cualquier pérdida ocasional: en tal caso la orina del paciente se tornaría color azul, indicador de que el balón debe ser retirado y reemplazado.
Cuando se termina de inflar el balón, se quita el catéter y automáticamente se cierra una válvula que impide que el líquido salga del balón. El balón flota libremente dentro del estómago; ocupa aproximadamente la mitad de su capacidad.
El procedimiento, que dura alrededor de 15 minutos, no requiere internación. El paciente permanece por lo general entre 4 y 6 horas en el centro bariátrico, hasta que se recupera de la sedación.
El balón gástrico no representa un obstáculo para las actividades cotidianas y el paciente sólo debe guardar reposo durante 2 días. Por lo general se lo utiliza durante un período de 6 meses. Puede colocarse un nuevo balón después de 30 a 45 días de retirado el anterior.