Antioxidante soluble en grasa, es una sustancia parecida a las vitaminas, presente en todas las células del cuerpo, conocida también como ubiquinona. Actúa como coenzima en varios de los procesos de producción de energía dentro de las células. Su estructura es similar a la de la vitamina K y combate con efectividad a los radicales libres.
Sus mayores concentraciones están en la mitocondria que se encuentra en la mayoría de los tejidos activos como el cerebro, corazón, riñones e hígado.
Sorprende por su acción dispar y beneficiosa tanto sobre la enfermedad cardíaca como sobre la enfermedad periodontal (gingivitis). Por su efecto antioxidante y su rol en la producción de energía puede colaborar en el manejo de la diabetes y laobesidad. Es desintoxicante, contribuye a la longevidad y fortalece el sistema inmunológico.
Desde hace tiempo, la CoQ10 ha sido sujeto de estudios como tratamiento potencial para desórdenes degenerativos como la enfermedad de Alzeheimer, la enfermedad de Parkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Las pruebas de laboratorio han mostrado que cuando los investigadores suplementaron la alimentación de ratones con CoQ10 antes de darles una sustancia tóxica para sus mitocondrias, los ratones sufrían menos daño a los nervios y el cerebro. En otras palabras, la CoQ10 pareció ofrecer una protección significativa frente a lesiones severamente tóxicas.
Está presente en forma natural en pequeñas cantidades en una amplia variedad de alimentos, pero es particularmente elevada en las vísceras, como corazón, hígado y riñón, pescados, aceite de soja, sardinas, caballa y frutas secas como los maníes.
Sin embargo, aunque algo de CoQ10 se puede obtener de los alimentos como el salmón o hígado, es casi imposible conseguir lo suficiente con la sola alimentación. Además, aunque el cuerpo fabrica este componente, su producción disminuye con la edad. Por lo tanto, los suplementos serían la mejor opción para mantener niveles que optimicen la salud del cerebro. Dado que las estatinas bloquean la producción de CoQ10, las personas que las usan para bajar su colesterol, deben utilizar suplementos de CoQ10.
Las dosis recomendada para suplementar es de 25-100 miligramos por día, y de 300 miligramos por día para las personas que usan estatinas, aunque esto debe consultarse con el médico.
En busca de la longevidad
Esencial para la producción de energía en las células, la CoQ10 sirve a diversos propósitos que pueden relacionarse con el retraso del proceso de envejecimiento:
• Aumenta la energía y la tolerancia al ejercicio físico. La mayoría de las personas mayores refieren que no tienen la energía suficiente para hacer actividad física, incluso moderada, como caminar. Esto podría ser el resultado de una falta de Q10 y del sedentarismo.
• Corrige la declinación del sistema inmunológico relacionada con la edad, de modo que protege contra infecciones virales y bacterianas.
• Tiene efectos sobre la enfermedad periodontal. Cuando las personas conservan su dentadura pueden comer mejor y mantener su nivel nutricional más alto.
• Su acción desintoxicante parece ejercer una influencia importante sobre la longevidad. Tiene una estructura similar a lavitamina E, un potente antioxidante antienvejecimiento. La Q10 actúa sobre las células y sus membranas.
• El proceso de generación de energía, aunque parezca contradictorio, genera radicales libres. La presencia de Q10 en cantidades suficientes combate a estas partículas reactivas en el momento en que son generadas.
Fuentes: Instituto Argentino de Nutrición y The Brain Trust Program (Larry Mc Cleary).