Trastorno alimentario que consiste en comer grandes cantidades de alimentos durante la noche.
Quienes padecen este síndrome tienen episodios en los que consume abundantes cantidades de alimentos, sin frenos ni inhibiciones, antes de dormirse o una vez conciliado el sueño. En este último caso, también frecuente, la persona se despierta en el transcurso de la noche o en la madrugada para comer. El tipo de alimentos que se consumen durante los episodios nocturnos suelen ser de alta densidad calórica. Se estima que este trastorno afecta al 10% de los obesos.
En estas personas existiría -probablemente como consecuencia de factores desencadenantes de estrés- una alteración en el “reloj biológico” que regula las actividades y necesidades básicas de nuestro organismo (tales como dormir, comer, estado de ánimo, etc.). Por eso, el insomnio, así como los cambios de humor a lo largo del día y la alimentación fuera de los horarios habituales, es un rasgo típico de estas personas.
Algunos expertos sostienen que para hablar de “comedor nocturno” como enfermedad, la persona tiene que ingerir un 25% del aporte calórico diario en sus atracones nocturnos. Sin embargo, para otros, más que la cantidad de comida consumida por la noche, lo que identifica este tipo de desorden son las características de los episodios:
• Repetitivos.
• Alejados del horario de la cena
La mayoría de los comedores nocturnos evita el desayuno como medida compensatoria. Si bien no comen la misma cantidad de alimentos comparados con los bulímicos en sus atracones, los episodios de los comedores nocturnos son más frecuentes.