Infitración del tejido subcutáneo o de otros órganos con líquido seroso, que suele suceder en tobillos y pies. Es una afección asociada con determinados problemas nutricionales, como consumo excesivo de sal, desnutrición proteica y beri-beri.
Los trastornos de la circulación venosa, permanecer mucho tiempo de pie, las enfermedades renales o la cirrosis pueden promover la aparición de edemas.
El tratamiento más simple se basa en cambios en la alimentación para balancear la ingesta de proteínas, sodio y potasio, descansar con los pies en alto e incrementar el consumo de líquido.