Reacción del cuerpo ante un estímulo externo o interno que se identifica como peligro o inestabilidad.
Se trata de una respuesta automática del organismo ante cualquier cambio ambiental, externo o interno, a través de la cual éste se prepara para enfrentar las exigencias de una situación nueva. Aunque suele asociarse con hechos negativos (una enfermedad, un despido, un accidente), circunstancias felices y positivas como el matrimonio o las vacaciones también pueden resultar estresantes.
Las respuestas al estrés favorecen la percepción de la situación y lo que se necesita hacer, permiten el procesamiento más rápido de la información disponible, posibilitan la búsqueda de soluciones y la selección de conductas adecuadas para hacer frente a las exigencias de la situación, preparando al organismo para actuar más rápido y con energía.
Durante este proceso se produce un aumento de la función fisiológica, la cognitiva y conductual, que producen un importante desgaste en el organismo. Si este desgaste se sostiente en el tiempo, el cuerpo pierde la capacidad para recuperarse y se producen trastornos psicofisiológicos.
Algunos investigadores consideran que la respuesta de estrés es el resultado de la interacción entre las características de la persona y las demandas del medio ambiente. Una persona está en una situación estresante cuando tiene que enfrentar circunstancias que implican demandas difíciles de satisfacer; puede ser además el resultado de las discrepancias entre las demandas del medio externo o interno y la manera en que la persona percibe que puede responder a esas demandas.
En sus dos formas: agudo, provocado por un hecho específico; o crónico, debido a la acumulación de ansiedad diaria, el estrés puede desgastar y con el tiempo, perjudicar la salud.
Causas del estrés
- Factores ambientales: Las características del entorno físico puede generar respuestas estresantes. Algunos ejemplos son contaminación, inseguridad o ruidos molestos.
- Factores familiares o de relaciones: Los problemas con miembros de la familia, parejas o amigos son causas frecuentes de estrés. Las peleas maritales, la mala conducta de los hijos y la enfermedad o el fallecimiento de algún familiar también son importantes estresores.
- Factores laborales: las presiones relacionadas con el empleo, la insatisfacción laboral, la excesiva carga horaria o una mala relación con los jefes y compañeros pueden producir estrés.
- Factores sociales: La situación social de las personas puede provocar estrés. Los problemas económicos, la pobreza, la discriminación étnica, o el desempleo son algunos ejemplos.
- Factores internos: Las preocupaciones personales, la actitud excesivamente crítica o perfeccionista, una baja autoestima o una incapacidad para manejar el enojo son causas internas del estrés.
Diagnóstico
Tanto el estrés agudo como el crónico provocan modificaciones en la conducta. Las asociadas al estrés agudo suelen ser de corta duración. Una persona con estrés crónico puede experimentar cambios en la capacidad cognitiva, estado de ánimo y en sus conductas habituales. Algunos síntomas del estrés son:
Cognitivos:
- problemas de memoria
- incapacidad para tomar decisiones
- problemas para pensar con claridad
- pensamientos de ansiedad
- preocupaciones constantes
- pesimismo
Físicos:
- dDolor de cabeza o espalda
- tensión muscular
- respiración agitada
- diarrea o constipación
- náuseas
- acidez
- insomnio
- dolor en el pecho, palpitaciones
- aumento o pérdida de peso
- eczema, urticaria u otros problemas de la piel
- falta de deseo sexual
- impotencia
Emocionales:
- mal humor
- agitación
- inquietud
- incapacidad para relajarse
- sentimiento de «estar desbordado»
- depresión o infelicidad general
Conductuales:
- cambios en los hábitos alimentarios (deseo de comer más, especialmente alimentos engordantes, alimentación insuficiente y pérdida crónica del apetito).
- pérdida o exceso de sueño
- aislamiento
- conducta adictiva (alcohol, tabaco y otras drogas)
- hábitos nerviosos (comerse las uñas por ejemplo)
- tendencia a buscar peleas
Consecuencias de largo plazo del estrés
Cuando el estrés es sostenido en el tiempo, puede conducir a distintas compliaciones mñédicas tales como dolor crónico, migraña, úlceras, hipertensión, enfermedad cardíaca y autoinmunes,diabetes, asma, obesidad, infertilidad y problemas de piel entre otros.
Tratamiento:
Las personas manejan el estrés de manera diferente, y aquellas estrategias que funcionan para unos podrían no hacerlo para otros. Cada individuo debe encontrar aquellos recursos que le permiten controlar con eficacia los factores estresantes.
Algunas sugerencias para manejar el estrés son:
- practicar actividad física
- hablar e interactuar con otras personas
- dejar a un lado las preocuapciones que no podemos resolver
- practicar meditación
- respirar profundamente
- no reprimir las lágrimas
Si la persona no puede manejar el estrés, es importante que consulte con un médico. Algunas formas de terapia psicológica han demostrado resultados positivos en el manejo del estrés. Si está causando depresión, anisedad severa o si afecta el desenvolvimiento cotidiano de la persona, deberá consultarse con un profesional de la salud.