También llamada encefalomielitis miálgica, es una condición clínica muy seria que afecta al sistema nervioso central y su conexión con los sistemas inmune y neuroendocrino.
Se piensa que son múltiples los factores que pueden combinarse para producirlo: trabajo excesivo, estrés, descanso insuficiente, alguna enfermedad física. Entre los millones de personas que sufren de fatiga, una minoría sufre de síndrome de fatiga crónica.
La fatiga se puede definir como la sensación física o mental de cansancio, a veces hasta el punto de agotamiento. Puede ser originada en esfuerzo físico -en cuyo caso desaparece rápidamente-, en una enfermedad -como síntoma o a continuación de ella- o como consecuencia de problemas emocionales.
Es debilitante y se caracteriza por infección viral aguda, como gripe o mononucleosis, pero sin indicaciones de infección persistente ni anormalidades inmunológicas que puedan explicar la fatiga severa crónica o recurrente. También se manifiesta como debilidad, fiebre, dolor de garganta, dolores musculares, dolores en articulaciones, nódulos linfáticos dolorosos, dolores de cabeza no comunes, dificultades de concentración, problemas para dormir, depresión y ansiedad.
Deben presentarse al menos ocho de los síntomas mencionados durante un lapso de seis meses por lo menos. En primera instancia el profesional actúa para descartar la posible existencia de otras enfermedades como diabetes, tuberculosis, cáncer o SIDA.
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