Fruto de las vainas de una planta leguminosa del mismo nombre, generalmente marrón, aunque también hay otros colores y tamaños. La planta tiene flores blancas que desarrollan una vaina en cuyo interior se encuentran 2 ó 3 semillas como máximo. Tiene importantes cualidades culinarias y nutritivas.
Es originario del suroeste de Turquía, de ahí pasó a la cuenca Mediterránea y a Europa, luego a África, América y Australia. Se sabe que se cultivan desde la prehistoria y que se consumían en el antiguo Egipto, Grecia y Roma.
Aporte de nutrientes: hidratos de carbono complejos, proteínas vegetales, fibra, vitaminas del complejo B (principalmente ácido fólico), Minerales: fósforo, potasio, magnesio, cobre, hierro, calcio, maganeso.
Los garbanzos protegen la salud del corazón debido a su riqueza en distintos nutrientes. La fibra enlentece el aumento de los niveles de azúcar en sangre, por lo que es ideal para personas con diabetes o insulino-resistencia. La vitamina B9 (ácido fólico) ayuda a disminuir los valores sanguíneos de homocisteína, sustancia que en alta cantidad representa un factor de riesgo cardiovascular. El magnesio, en cantidades suficientes, favorece la relajación de las venas y las arterias, mejorando la circulación de la sangre, el oxígeno y los nutrientes a través de todo el cuerpo.
Una taza tamaño té de garbanzos cocidos aporta 120 calorías.
Los garbanzos se consiguen secos o enlatados. Se utilizan en la preparación de guisos y ensaladas. Si se pasan por la procesadora sirven para espesar salsas. La harina de garbanzos es el componente principal del fainá.
Evitar su consumo en diarrea y distencion o flatulencias (por su contenido de fibra). Moderar el consumo en hiperuricemia o gota (por su contenido en purinas).
Fuentes:
* Instituto Argentino de Nutrición
* USDA
* Revista Vivir Mejor
* http://www.informacionconsumidor.com/Opinioacuten/ArticuloOpinion/tabid/72/ItemID/30/Default.aspx
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