Tipo de sopa que se sirve fría. Es un plato típico del sur de España, en especial, de Andalucía, que se prepara a base de tomate, agua, aceite de oliva, vinagre, sal, ajo, cebollas, pepino y ají, aunque admite tantas variantes como el gusto personal o los ingredientes disponibles en cada zona lo permitan. Existen algunas versiones de gazpachos calientes, pero lo más común es que se conserve refrigerado y se consuma en frío, especialmente en verano.
Su origen sería romano o árabe, y su nombre provendía del italiano caspa, que significa cacho o fragmento, aludiendo a los trozos de pan agregados; el sufijo acho sería mozárabe. El tomate, su ingrediente principal, no se incorporó, sin embargo, hasta después del descubrimiento de América, adonde lo conocieron los colonizadores. El plato está ligado a las regiones españolas más calurosas, donde los trabajadores del campo necesitaban un sustento económico y nutritivo.
La forma tradicional de prepararlo es en un pequeño mortero, donde se machaca el ajo, la sal y el tomate cortado en trocitos. Posteriormente se coloca aceite, vinagre y agua. Por separado y a gusto de cada comensal, se añade pepino, pimiento y a veces cebolla picados fino. Actualmente se realiza en batidora eléctrica, donde se colocan todos los ingredientes juntos. Una vez bien triturados, la mezcla se cuela para quitar semillas y pellejos y darle textura y presentación más finas. Se le puede agregar trozos de pan fresco o tostado.
Algunos gastrónomos lo consideran una sopa fría y lo presentan aguado, mientras que otros lo clasifican como una ensalada triturada y lo sirven cremoso, como una emulsión.
Es rico en hidratos de carbono, fibra, betacarotenos y potasio.
Una taza de gazpacho (200 cc) con una cucharada tamaño postre de aceite aporta aproximadamente 90 calorías.
Fuente:
Instituto Argentino de Nutrición
http://es.wikipedia.org/wiki/Gazpacho