La grelina es un importante estimulador del apetito que ejerce su acción en el hipotálamo.
Hace pocos años descubrimientos científicos determinaron que la grelina aumenta antes de comer y disminuye una vez que la persona está satisfecha. Es por eso que al hacer dieta, el organismo «siente» la falta de aimentos y responde aumentando la producción de grelina, y con ella, del hambre. Esta es una de las razones por las cuales las dietas no suelen ser efectivas a largo plazo en el caso de obesos mórbidos.
En el caso de individuos delgados, las concentraciones plasmáticas de grelina son el doble cuando están hambrientos que en el caso de los obesos. Después de comer, los niveles disminuyen un 40% entre los delgados, pero se mantienen sin cambios entre los obesos.En el caso de estos, los niveles de grelina antes de comer son inferiores a lo normal y no varían cuando comen ni cuando dejan de hacerlo, al contrario que en el resto de personas de peso normal, lo que implica que los obesos no se sienten saciados y comen más de lo que deberían.
En las cirugías como el bypass gástrico y la derivación biliopancreática los alimentos saltean las partes del sistema digestivo donde se produce la grelina, y así no aumentan sus niveles ante la falta de alimentación y se mantienen bajos.