Una deficiente circulación de la sangre desde las piernas hasta el corazón. puede llegar a provocar edemas, várices y trombosis.
Debido al aumento de la presión abdominal por la acumulación de grasa, la circulación de la sangre en las venas se hace dificultosa. Esto puede generar retención de líquido o edema y agrandamiento de las venas de las piernas, más conocido como várices.
En los casos más graves de obesidad, la insuficiencia venosa aumenta las probabilidades de sufrir trombosis (obstrucción de las venas) en las piernas y tromboembolismo pulmonar (obstrucción de una arteria en los pulmones debido a un coágulo sanguíneo).