A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

    Nabo

    538

    NABO (Brassica rapa L.) 

    Pertenece a la familia de las Crucíferas, que engloba 380 géneros y unas 3.000 especies propias de regiones templadas o frías del hemisferio norte. A diferencia de la papa, se trata de una raíz de tipo tuberoso (engrosada) y no de un tubérculo.

    ORIGEN Y VARIEDADES

    Se cree que el nabo es oriundo de Europa, aunque también se ha propuesto como posible centro de origen Asia Central. Se cree que fue la base de la alimentación de las tribus primitivas que poblaron Europa. Hace casi cuatro milenios se cultivó por vez primera y, con posterioridad, fue muy apreciado por griegos y romanos. Ambas civilizaciones desarrollaron nuevas variedades a partir del nabo silvestre. Durante la Edad Media, el nabo constituyó uno de los alimentos de mayor relevancia. Se consumió casi a diario en Alemania hasta que se vio desplazado por la patata cuando, en el siglo XVIII, ésta llegó a Europa procedente de América. A partir de la Revolución Francesa se cultivaron más papa y menos nabos en Europa hasta llegar a convertirse en un alimento casi olvidado. Aunque en la actualidad el nabo no es muy apreciado, su cultivo se ha extendido a todo el mundo, sobre todo como alimento para el ganado. Se cultiva en especial en Alemania, en la costa mediterránea del sur de Europa y, en menor proporción, en el sur de Estados Unidos. No obstante, tanto la raíz como las hojas del nabo están volviendo a cobrar protagonismo en nuestros días tras conocerse mejor su composición y propiedades.

    SU MEJOR ÉPOCA

    En primavera es cuando cobran mayor presencia en nuestros mercados.

    CARACTERÍSTICAS

    Forma: puede presentar forma redondeada, aplanada o cilíndrica.

    Tamaño y peso: el tamaño del nabo depende de la variedad, entre 12 y 15 centímetros de longitud. Su peso medio es de unos 100-200 gramos.

    Color: su carne, de color blanco o amarillento, está cubierta por una piel fina de color amarillo o blanco que, en ocasiones, puede llegar a presentar una coloración roja verde o púrpura en el extremo superior.

    Sabor: su sabor es similar al del repollo, pero algo más dulce.


    CÓMO ELEGIRLO Y CONSERVARLO

    En el mercado deben elegirse nabos de tamaño pequeño o mediano, de piel lisa, redondeados, firmes y pesados con relación a su tamaño, de color blanco a violeta. Si se venden en manojos, los cuellos deberán tener una apariencia fresca de color verde.

    Por el contrario, se rechazarán los ejemplares de tamaño demasiado grande, con marcas en la piel o que presenten raíces fibrosas. Una vez en casa, conviene eliminar las hojas. Las raíces se conservan en bolsas de plástico perforadas en la heladera. En él se pueden mantener en buenas condiciones de una a tres semanas.

    Se aconseja no lavar los nabos hasta el momento de su consumo para evitar pérdidas nutritivas de vitaminas y minerales. También se pueden conservar congelados, siempre que se escalden con anterioridad en agua hirviendo durante un par de minutos.

    PROPIEDADES NUTRITIVAS

    El nabo es una hortaliza de escaso aporte calórico porque posee abundante cantidad de agua y un bajo contenido de hidratos de carbono y es buena fuente de fibra.

    Respecto al contenido vitamínico, aporta una apreciable cantidad de vitamina C y de folatos, y cantidades discretas de vitaminas del grupo B (B6, B3, B1 y B2).

    La vitamina C además de poseer una potente acción antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos. Asimismo favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones.

    Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

    En cuanto a su composición en minerales, el más abundante es el potasio, seguido del sodio y el calcio. El calcio de estas raíces no se asimila apenas en relación con los lácteos y otros alimentos ricos en dicho mineral.

    El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, además de regular el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

    El fósforo juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, al igual que el calcio, y participa en procesos de obtención de energía del organismo.  

    También contiene una cantidad importante de fibra (1.8 gramos por 100 gramos de alimento), principalmente de tipo insoluble, que mejora el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento, y previene el cáncer de colon.

    Al igual que en otras crucíferas en su composición se destaca la presencia de fitonutrientes del grupo de los isotiocianatos, que le confieren propiedades antioxidantes (neutralizan los radicales libres que dañan las celula y de los Sulfuros/tioles (ditioltiones) que contribuyen a mantener una función inmunologica saludable.

    Información nutricional

    Por 100g de alimento

     

    Calorías

    28

    Hidratos de Carbono (g)

    6.4

    Proteínas (g)

    0.9

    Grasas (g)

    0

    Calcio (mg)

    30

    Sodio (mg)

    67

    Fibra (g)

    1.8

    Potasio (mg)

    191

    Vitamina C (mg)

    21

    Folato (mcg)

    15

    Fuente: USDA 

    FUENTE:

    *www.5aldia.org

    * www.consumer.es

    *USDA

    *Complete Food and Nutrition Guide (ADA)