La técnica bioquímica más antigua para evaluar el estado proteínico. Está basado en el hecho de que cerca del 16 por ciento de la masa de proteínas está constituida por nitrógeno. Por tanto, si se puede determinar con precisión el consumo diario de proteína, la medición de la excreción de nitrógeno, junto con las correcciones por las pérdidas insensibles (pérdida de peso y sudor, por ejemplo) permiten establecer el balance de nitrógeno.
En los adultos sanos, éste es cero. Es negativo durante el ayuno y en varias formas de desnutrición proteínico-energética (en las cuales la pérdida de nitrógeno sobrepasa el consumo) y es positivo en niños en crecimiento, mujeres embarazadas y adultos que están añadiendo masa (peso) o recuperándose de alguna lesión o enfermedad. El balance de nitrógeno puede calcularse de la siguiente manera:
Balance de Nitrógeno = consumo de N(g/24hs) – (N urinario (g/24hs) + 2g/24hs
El balance de nitrógeno valora sólo los cambios a corto plazo en el estado proteínico de todo el cuerpo.