Un nuevo estudio nos da algunas pistas.
Un estudio de la Revista de Psicología Experimental General analizó a casi 6000 personas en 12 países y detectó que las personas consideradas geniales suelen tener seis rasgos comunes: extroversión, placer, poder, aventura, autonomía y apertura.
Casi todos coincidieron, sin importar edad ni lugar, en lo que consideran «cool», lo que muestra cómo se difunden ciertas ideas culturales. También separaron los conceptos de «genial» y «bueno»: quienes eran vistos como solo buenos eran más seguros, tranquilos y tradicionales, pero menos «cool».
El deseo de ser genial afecta sobre todo a jóvenes, y si bien puede dar popularidad, también lleva a riesgos como consumo de alcohol o drogas. El aporte a la salud es entender cómo los ideales culturales influyen en la conducta adolescente, para prevenir hábitos dañinos.
Ser «cool» puede ofrecer beneficios como popularidad (por ejemplo, ser invitado a eventos o estar en grupos sociales influyentes), mayor confianza en uno mismo (como hablar en público sin miedo) y apertura a nuevas experiencias (como probar deportes extremos o viajar). Pero también implica presión por mantener una imagen, lo que puede causar estrés (por ejemplo, preocuparse por la ropa o el celular que se usa), llevar a comportamientos perjudiciales (como fumar o tomar para encajar) y generar falta de autenticidad (como imitar a otros para ser aceptado). Además, puede provocar alienación social si se dejan de lado amistades genuinas. La clave está en ser auténtico sin perder el equilibrio entre uno mismo y lo que otros esperan.