Un estudio publicado en Frontiers in Aging Neuroscience muestra que el cerebro pierde alrededor del 5 % de volumen por década después de los 40 años, y que la degeneración se acelera cerca de los 67 años.
La atrofia cerebral afecta la corteza prefrontal y el hipocampo, provocando olvidos y dificultad para resolver problemas.
La neuroplasticidad, o capacidad del cerebro para reorganizarse, puede protegerlo. Aprender un nuevo instrumento musical fortalece la comunicación entre hemisferios, aumenta la memoria y la función ejecutiva, y desarrolla la reserva cognitiva.
Estudios demuestran mejoras en conectividad cerebral y memoria tras clases de piano o armónica en adultos mayores. Para aprovecharlo, se recomienda elegir instrumentos que supongan un reto, practicar con regularidad y mantener la motivación. Esto refuerza conexiones neuronales y ayuda a ralentizar el deterioro cognitivo incluso a edad avanzada.