El doctor Alberto Cormillot recordó este 1 de diciembre los 64 años desde su graduación con una foto en blanco y negro que recupera el momento exacto de su recepción. Con una carta abierta cargada de gratitud, memoria y humildad, repasó sus sueños, aciertos, desaciertos y su vocación firme por la salud, la enseñanza y el servicio.
El homenaje nostálgico: un diploma, un joven soñador, un camino
- A través de sus redes sociales, Cormillot compartió una imagen histórica: recién recibido, de perfil, vestido con traje, estrechando la mano del decano —en un auditorio oscuro— mientras recibe su diploma. “Un día como hoy, hace 64 años, me recibí de médico”, escribió con emoción. infobae+2Instagram+2
- En ese post recordó el orgullo de sus padres, la ilusión de un futuro pleno y los “primeros siete objetivos” que había anotado como mapa de su carrera profesional. infobae+1
- Cormillot reflexionó: su camino no fue recto ni exento de errores —hubo aciertos, proyectos cumplidos, otros postergados—, pero siempre se sustentó en valores como perseverancia, estudio constante, trabajo en equipo, servicio y escucha. infobae+1
Más de seis décadas de trayectoria: del joven médico a referente de la salud
Es oportuno recordar que Cormillot se graduó en 1961 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Wikipedia+1
Desde entonces, su carrera se convirtió en sinónimo de nutrición, salud pública e inclusión: dirigió instituciones, fundó programas de educación para la salud y promovió estilos de vida saludables, con un enfoque integral del bienestar. Wikipedia+1
Al compartir esta foto y sus reflexiones, Cormillot no solo celebra una fecha: invita a valorar el trayecto, las raíces, y el compromiso que conlleva dedicarse a la salud.
Lo que su historia enseña hoy
La publicación del aniversario no es un gesto nostálgico vacío, sino un recordatorio de varios valores medulares:
- Humildad y gratitud: reconocer los orígenes, honrar a quienes acompañaron el camino, y mantener viva la conciencia de lo que significa ser profesional de la salud.
- Persistencia: el camino no siempre es recto, hay logros y desafíos —y fue esa actitud lo que permitió sostener una trayectoria tan larga.
- Servicio y compromiso social: una vida dedicada a mejorar la salud de otros, a difundir conocimientos, y a trabajar por el bienestar colectivo.
- Importancia de la memoria profesional: conservar recuerdos de los inicios ayuda a sostener la vocación, a recordar por qué se empezó.
Para quienes buscamos promover salud integral, calidad de vida y hábitos saludables —como en drcormillot.com— este gesto de Cormillot es más que una anécdota: es un ejemplo de coherencia, trayectoria y compromiso con la salud, la enseñanza y el bienestar comunitario.






