Un estudio realizado en Brasil reveló que un curso de mindfulness de ocho semanas puede aliviar significativamente el dolor asociado al Trastorno Temporomandibular (DTM), incluido el bruxismo.
El bruxismo —ese hábito muchas veces inconsciente de apretar o rechinar los dientes— afecta a millones de personas y puede generar dolor mandibular, cefaleas y desgaste dental. Ahora, una nueva investigación aporta evidencia sólida sobre una herramienta accesible y no invasiva para mejorar sus síntomas: la meditación mindfulness.
Un equipo de especialistas de San Pablo, Brasil, publicó en el Journal of Oral Rehabilitation un estudio en el que participaron 33 mujeres de entre 18 y 40 años, todas con diagnóstico de Trastorno Temporomandibular (DTM). Durante ocho semanas realizaron un curso de mindfulness, evaluando sus niveles de dolor antes y después del programa.
💡 ¿Qué encontraron?
Los resultados fueron claros:
- La práctica regular de mindfulness redujo de manera significativa el dolor crónico.
- La meditación actuó sobre el sistema nervioso central, mejorando la capacidad de regular emociones.
- También disminuyó la catastrofización del dolor, un mecanismo psicológico que intensifica la percepción del malestar.
En síntesis, quienes meditaron refirieron mejor calidad de vida y mayor sensación de control sobre sus síntomas.
😬 ¿Por qué muchas personas no usan placa para el bruxismo?
A pesar de ser uno de los tratamientos más indicados, muchas personas no utilizan férulas o placas dentales. Entre las razones más frecuentes:
- No saben que aprietan los dientes durante la noche.
- No sienten dolor aunque haya daño dental.
- Creen que “se va a pasar solo”.
- Las placas hechas por odontólogos pueden ser costosas.
- Experiencias previas negativas en el consultorio.
- Molestias al dormir con un dispositivo en la boca.
- Miedo, ansiedad o postergación de la consulta.
- Preferencia por remedios caseros sin evidencia.
- Estrés crónico que normaliza la tensión mandibular.
🌿 Mindfulness: una herramienta complementaria
Los expertos destacan que la meditación no reemplaza los tratamientos odontológicos, pero sí puede ser una aliada clave para manejar el dolor y reducir la tensión muscular.
En un contexto donde el estrés es uno de los grandes disparadores del bruxismo, aprender a calmar el sistema nervioso y modular la respuesta emocional puede marcar una diferencia.
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