Un reciente estudio de la Queen Mary University of London y la University College London (UCL) demuestra que los seres humanos podrían tener un sentido sensorial hasta ahora no reconocido: el “tacto remoto”. Según la investigación, voluntarios lograron detectar objetos enterrados bajo arena sin tocarlos directamente —un logro con implicancias revolucionarias para la ciencia, la tecnología y la forma en que entendemos la percepción humana.
El experimento que cambió todo
- En el experimento, doce voluntarios deslizaron sus dedos por arena seca dentro de cajas, con el objetivo de detectar pequeños cubos enterrados sin verlos ni tocarlos. Muchos lo lograron: alcanzaron una tasa de aciertos de alrededor del 70,7%. Neuroscience News+2El Cronista+2
- Según los investigadores, el mecanismo detrás de esta capacidad radica en la sensibilidad extrema de la mano humana: al mover los dedos cerca del objeto oculto, se producen microvariaciones en la presión o distribución de los granos de arena, que el sistema táctil —piel y nervios— puede detectar, incluso sin contacto directo con el objeto. WIRED+2Neuroscience News+2
- En un experimento paralelo con un brazo robótico equipado con sensores táctiles e inteligencia artificial, la máquina pudo detectar objetos a distancias ligeramente mayores, pero su precisión fue mucho menor (aproximadamente 40%) y cometió más falsos positivos. Esto subraya que, en este tipo de tareas, la sensibilidad humana sigue siendo superior a la tecnología actual. El Cronista+1
Qué implica este “tacto remoto”: nuevas preguntas sobre la percepción humana
Este hallazgo desafía la concepción tradicional de los sentidos humanos:
- El “campo perceptivo” del tacto —es decir, el alcance de lo que podemos “sentir”— podría ser más amplio de lo que creíamos. La Razón+1
- No se trataría de un fenómeno místico o de “habilidades paranormales”: los investigadores lo describen como una extensión del tacto, basada en la física de materiales granulares y la biomecánica de la piel. Todo Noticias+1
- Lo descubierto abre la puerta a un amplio abanico de posibilidades científicas, tecnológicas y prácticas: desde robots con sensores táctiles avanzados hasta herramientas para arqueología, rescate, prospección, exploración o asistencia sensorial. El Cronista+2WIRED+2
Por qué este hallazgo puede transformar lo que sabemos sobre nosotros
Para un sitio como drcormillot.com —interesado en la salud, el bienestar y la relación cuerpo-mente— este descubrimiento aporta una nueva dimensión al concepto de percepción sensorial.
- Nos recuerda que nuestro cuerpo —y en particular nuestras manos— puede tener capacidades aún poco exploradas.
- Abre la posibilidad de repensar cómo interactuamos con el entorno: quizá no necesitamos sólo la vista o la escucha para “ver” lo que hay debajo de la superficie.
- Supone un puente entre biología, psicología, neurociencia y tecnología, con potencial para generar avances que mejoren nuestra calidad de vida.
- Nos invita a acercarnos al mundo con una nueva sensibilidad: más atentos no solo a lo que vemos, sino a lo que podemos sentir a través del tacto, aún sin contacto.






