Indiscutidos protagonistas de la Semana Santa, compartimos los aportes y algunas recomendaciones para disfrutarlos de manera saludable
El chocolate y el cacao en polvo derivan de las habas de cacao (Theobroma cacao L.).
Aunque el cacao en su forma natural posee múltiples beneficios, el chocolate se obtiene por la mezcla de azúcar con cacao descascarillado o en forma de pasta y manteca de cacao.
Además de estos ingredientes esenciales se pueden añadir aditivos (estabilizantes, espesantes, aromatizantes o reguladores de la acidez), leche, nata o frutos secos.
Debido a esta composición, que aporta principalmente grasas y azúcares, siempre es importante leer el etiquetado nutricional y preferir los huevos y conejos de Pascua que contengan cacao en su estado más puro, es decir, chocolate negro amargo con un mínimo de 50% de cacao, y no manteca vegetal con sabor a cacao (grasa con sabor a chocolate).
En el caso de personas con diabetes es importante tener presente que las variedades de huevos y conejos de Pascua que se encuentran en los supermercados tienen grandes cantidades de azúcar. En consecuencia, es necesario preferir los que sean «libres de azúcar».
Las versiones de huevitos macizos libres de azúcar suelen tener como sustito manitol, un tipo de endulzante que ayuda a disminuir las calorías y los hidratos de carbono del producto. Pero el consumo en exceso de productos que contengan este tipo de endulzante puede provocar efectos adversos principalmente en los niños, tales como diarrea y otros síntomas gástricos.
Además, al comparar el aporte en hidratos de las versiones con y sin azúcares resulta que estos nutrientes provienen de distintas fuentes.
En los huevos de Pascua libres de azúcar, los hidratos de carbono provienen principalmente de la leche, la pasta de cacao y el cacao en polvo.
En los huevos de Pascua tradicionales, el aporte de los hidratos de carbono proviene principalmente del azúcar y de la leche.
VARIEDADES DE CHOCOLATE
El chocolate blanco aporta más calorías porque su composición tiene mayor proporción de manteca de cacao (mínimo 20%) mezclada con azúcar y leche.
El chocolate con leche es el derivado más popular y se elabora añadiendo leche al cacao. La proporción de pasta de cacao debe estar por debajo del 40%.
El chocolate negro (poco usado en la elaboración de huevos y conejos de pascua) es resultado de la mezcla de la pasta y manteca de cacao con azúcar. Es uno de los más apreciados por su sabor amargo y puro. Debe presentar como mínimo un 50% de pasta de cacao en su composición.
Variedad | Calorías c/100 g | Grasas c/100g |
Chocolate con leche | 530 | 29 g |
Chocolate blanco | 540 | 32 g |
Chocolate negro | 560 | 50 g |
APORTES DE HUEVOS Y CONEJOS DE PASCUA
VARIEDADES DE HUEVOS DE PASCUA | Peso | Calorías | Grasas |
Chocolate con leche chico | 32 g | 170 | 9 g |
Chocolate con leche mediano | 55 g | 265 | 15 g |
Chocolate con leche grande | 110 g | 580 | 30 g |
Chocolate con leche muy grande | 260 g | 1375 | 75 g |
Chocolate blanco chico | 32 g | 175 | 10 g |
Chocolate blanco mediano | 55 g | 270 | 16 g |
Chocolate blanco grande | 110 g | 595 | 35 g |
Chocolate blanco muy grande | 260 g | 1400 | 83 g |
Los conejos se pueden conseguir en tamaño mediano (55 g) y grande (110 g), en chocolate blanco y con leche.
CONSUMO
El chocolate puede formar parte de una alimentación equilibrada.
Sin embargo, los alimentos elaborados a partir del cacao constituyen una fuente importante de calorías y grasas por lo que es conveniente preferir las versiones más oscuras portadoras de mayor cantidad de antioxidantes.
Entonces lo que debemos tener presente en esta celebración es:
- Consumir huevo o conejo de Pascua chico o mediano a media mañana, por su alto aporte en calorías.
- Poner un límite a la ingesta (especialmente para los niños). A más cantidad, más grasas y azúcares.
- Preferir versiones “libre de azúcar” si tenés diabetes; así estarás regulando de una mejor manera tu glucemia (azúcar en sangre).
- Durante los días que se consuman estos típicos sabores de Pascuas, aumentar la ingesta de frutas y verduras y evitar el consumo de otras fuentes de grasas y las frituras.
En cualquier caso, deben moderar su consumo las personas que tienen hipertrigliceridemia (triglicéridos elevados), hipercolesterolemia (colesterol elevado), sobrepeso u obesidad, diabetes y pancreatitis crónica.
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