Daño en alguna zona del cerebro debido a una obstrucción en las arterias que le suministran sangre y oxígeno.
En la mayoría de los casos el flujo sanguíneo es bloqueado por un coágulo en la arteria. Puede ser causado también por una constricción o la ruptura de alguna arteria cerebral o de la carótida.
Existen factores que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular: hipertensión, enfermedad cardíaca, diabetes, elevado colesterol en sangre, estrés, fumar, depresión grave.
La mejor manera de prevenirlo es incorporar cambios saludables en el estilo de vida: controlar periódicamente la presión sanguínea, realizar una alimentación saludable disminuyendo la cantidad de grasas totales, colesterol y sal, dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, y realizar una actividad física con regularidad.
Es recomendable también evitar el uso de píldoras anticonceptivas después de los 30 años, y realizar controles cardiológicos o de diabetes si existieran trastornos en ese sentido.
Señales para detectar un ACV a tiempo
- Hormigueos, adormecimiento, debilidad o parálisis de la cara, un brazo o una pierna, en especial si es de un solo lado del cuerpo.
- Dificultades para hablar o para comprender algunas palabras simples.
- Dolor de cabeza repentino y muy fuerte, sin causa aparente.
- Visión borrosa, disminuida o alterada en uno o ambos ojos, que aparece súbitamente.
- Pérdida del equilibrio o de la coordinación combinadas con otra señal de advertencia.
Los accidentes cerebrovasculares son una emergencia: es necesario llamar de inmediato al médico si se presentaran los síntomas mencionados.