Desde 1998, cada 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche. Repasamos curiosidades y aportes nutricionales de este sabor tradicional y uno de los más populares y preferidos de grandes y chicos
Este tradicional dulce argentino fue creado por casualidad.
Cuenta un relato popular que en 1829 estaban por reunirse Juan Manuel de Rosas y su enemigo político, Juan Lavalle, para firmar un pacto de paz. El lugar del encuentro era la estancia que Rosas tenía en Cañuelas, provincia de Buenos Aires.
Como Lavalle llegó primero y estaba muy fatigado del viaje, se recostó sobre el catre de Rosas y se quedó profundamente dormido.
Muy cerca de allí, una criada hervía leche con azúcar para preparar la lechada con que Rosas acompañaba el mate de la tarde.
Cuando encontró a Lavalle durmiendo sobre el catre de su patrón, llamó a los guardias para que lo saquen por considerarlo una insolencia. Sin embargo, en ese momento llegó Rosas y, en vez de ofenderse, tapó con su poncho a Lavalle diciéndole “déjalo, este hombre es un valiente”; y cuando le pidió su mate con lechada ella recordó que había abandonado la leche con azúcar al fuego hacía largo rato. Al ir a buscarlo en su lugar encontró una sustancia espesa, dulce y amarronada cuyo sabor agradó a Rosas.
Casi un siglo después de este evento, el dulce sigue elaborándose con leche, azúcar y esencia de vainilla; y en algunos casos se le incorpora crema a la leche y bicarbonato de sodio. Este último ingrediente neutraliza el ácido láctico presente en la leche evitando que se cuaje en el proceso y, además, favorece la ‘reacción de Maillard’, proceso químico encargado de aumentar el color pardo que la mezcla ya posee por la caramelización.
DISTINTOS NOMBRES, EL MISMO SABOR
Se lo conoce como ‘dulce de leche’ en Argentina, Uruguay, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá, Colombia y Costa Rica.
También se comercializa con este nombre en España, donde alcanzó una gran popularidad en las últimas décadas.
En otros países, cambia la denominación:
- Arequipe en Venezuela.
- Cajeta en México; y Cajeta de leche en Nicaragua.
- Confiture de lait (‘mermelada de leche’) en Francia.
- Fanguito en Cuba.
- Manjar en Chile.
- Manjar blanco en Perú, Bolivia y Ecuador.
VARIEDADES Y USO
En el mercado rioplatense (Argentina y Uruguay) pueden encontrarse las siguientes variedades:
Familiar, tradicional o clásico: usado para untar sobre rebanadas de pan solo o con manteca, o como ingrediente de pasteles, helados, alfajores, cañoncitos de hojaldre rellenos, facturas, caramelos (tradicionalmente muy pegajosos) y otros postres y golosinas. Común o light, tienen características similares pero el light aporta un 30% más de calcio, es reducido en calorías y según la versión aporta muy pocas grasas o ninguna.
De repostería: más concentrado, de aspecto opaco y textura semisólida, en ocasiones contiene el agregado de sustancias vegetales que aumentan su consistencia. Se usa principalmente como relleno de pasteles y tortas.
Industrial: de aspecto similar al familiar pero con más color, brillo y sabor. Se usa para la elaboración de cremas heladas.
CÓMO CONSERVARLO
Con el envase cerrado puede conservarse en un lugar seco y fresco. Una vez abierto, es necesario mantenerlo refrigerado hasta la fecha de vencimiento que figura en el envase.
APORTE NUTRICIONAL
Dulce de leche tradicional y repostero: 1 cucharada sopera aporta 30 calorías y 0.75 g de grasa.
Light: 1 cucharada sopera aporta 25 calorías y 0 g de grasa.
Cada 100 gramos:
¿EN QUÉ CANTIDAD PUEDE CONSUMIRSE?
Por ser un alimento hipercalórico es preferible que su consumo sea de 1 cucharada sopera ocasionalmente. Siempre que sea posible, conviene elegir la versión light.
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