VACUNAS

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Le pregunté al Chat GPT: ¿Cuántas personas murieron en el mundo por enfermedades infecciosas en lo que va de la historia? Y esto me respondió…

    La respuesta es que no se puede estimar. Pueden ser 2 mil millones. De sarampión, 100 millones. De polio entre 40 y 55 millones; de viruela, en los últimos siglos, 300 a 500 millones, tos convulsa cientos de millones, de difteria, decenas de millones, de tuberculosis, 250 millones…

   El asunto es que, en 1998, el Dr. Andrew Wakefield comenzó a investigar sobre la posible conexión entre la vacuna triple vírica y el autismo. Tras la publicación de su artículo en la prestigiosísima revista The Lancet, numerosos investigadores independientes intentaron reproducir los hallazgos de Wakefield, con el fin de confirmar la hipótesis,  pero todos sin éxito. De hecho, llegaron a la conclusión que el estudio de Wakefield contaba con múltiples y graves fallos metodológicos y manipulación de datos, revelando, además, que había llevado a cabo pruebas invasivas y sin el rigor ético adecuado en los niños objeto del estudio.

   Pocas veces sucedió, en la historia de la medicina, que una revista de tal prestigio se retractara con respecto a un estudio. Con el correr del tiempo aparecieron entre 150 y 200 estudios realizados por pares que refutaron lo aseverado por Wakefield y, en los últimos años, hubo 240 mil publicaciones de las revistas más serias del mundo afirmando la cantidad de vidas que se han salvado a raíz de las vacunas. El dato: En los últimos 50 años fueron aproximadamente 154 millones de vidas.

   El Dr. Peter Marks, líder en la regulación de vacunas en EE.UU., renunció a su cargo a fines de marzo acusando al secretario de salud, Robert F. Kennedy Jr., de difundir desinformación e impulsar posturas antivacunas. “«Está claro que la verdad y la transparencia no son deseables por el Secretario, pero quiere ser confirmado bajo su desinformación y mentiras», escribió Marx en una carta de renuncia.