España está en cuarentena desde el pasado 14 de marzo. La experiencia agudizó el ingenio y entre el numeroso despliegue de estrategias un sitio llamado Estación Bambalina, realizó una recopilación de ideas fáciles para jugar con niños dentro de la casa. Elegimos algunas para empezar a compartir y las adaptamos para poner en práctica
Hacer una torta. Preparar cualquier
receta casera con los ingredientes que tenga en casa.
Armar un teatro de
sombras. Recortar siluetas de cartulina y pegarlas en un palo. Apagar las luces,
sacar la linterna y… ¡que se haga la magia!
Grabar un video
teatral. Pensar una idea, elegir los personajes y grabar una escena, anuncio o
sketch divertido. ¡Lo pueden compartir por WhatsApp con familiares y amigos!
Jugar al vóley con
un globo. Si hay globos en casa, simplemente hay que inflar alguno, poner dos
sillas en medio del living y una sábana colgando entre ambas para hacer de red
y… ¡a jugar!
Rescatar algún
juego de mesa. Seguro hay algunos guardados, de la época en que los chicos no usaban
el celular. Así sean cartas, la idea es pasar un rato divertido.
Jugar a gestos o a
películas. El “Dígalo con mímica” es un clásico que
siempre funciona.
Pintarse las uñas. Las de las manos,
las de los pies… No hace falta que sean del mismo color ni de la manera
convencional, ¡a divertirse!
Esconder mensajes
por la casa. Escribir cartelitos en Post-it o en
papeles y esconder los mensajes sorpresa por la casa.
Hacer una guerra de
almohadas. Seguro la jugaron de chicos… ¡es el turno de hacerlo con los hijos!
Ideal para liberar tensiones y reír a carcajadas.
Inventar una
coreografía. Elegir una canción e inventar una coreografía casera. Puede sacarle una
sonrisa a algún abuelo si la mandan por WhatsApp.
Dibujar retratos o
caricaturas. Uno posa y los demás le dibujan. ¿Cuál quedó más gracioso? ¿Cuál se
parece más?
Hacer el doblaje de
una película. Reproducir cualquier escena de cualquier película sin sonido y ponerle la
propia voz. Si el diálogo es un poco absurdo, ¡mucho mejor!
Preparar una mesa
bonita. Ahora tenemos tiempo para disfrutar de los detalles: un lindo mantel,
alguna flor del jardín si hay o una hermosa flor dibujada y pintada por los
chicos. Servilletas, cartelitos con nombre… puede ser para cualquier comida del
día.
Hacer yoga. Hagan un buen
espacio en alguna parte de la casa, una manta al suelo y algún video de Youtube
para principiantes. La relajación está asegurada.
Desfilar con
disfraces. ¡Todo vale! Permiso para abrir el armario y jugar con combinaciones
imposibles.
Jugar a “si fuera…”.
Si fuera un animal ¿quién sería?, ¿por qué? ¿Y si fuera un planeta, una
comida, una prenda de ropa? ¡Prepárense para las respuestas más desopilantes!
Escribir el árbol
genealógico. Una oportunidad para contar acerca de los antepasados a los chicos. Lo
mejor es reproducir el árbol en una hoja sumando tantas ramas como generaciones
recuerden. Y si hay abuelos en la familia, llamarlos para que sumen toda la
información que recuerdan.
Hacer un circuito
con lápices y marcadores. Sumar todos los de la familia, valen de cualquier
color y forma. La idea es armar en el suelo una ruta para usar con los
cochecitos olvidados en el fondo del baúl. Si no hay cochecitos: tapitas de
gaseosa o potes vacíos de yogur.
Armar una cabaña,
una carpa, un castillo… ¡la imaginación no tiene límites! Vale usar sábanas, manteles,
mantas, toallas y toallones. Con la ayuda de las sillas (cuidado que no se
caigan) o debajo de la mesa, construir una guarida secreta. Si quieren pueden
sumar almohadas y almohadones y tener un espacio para compartir historias y
disfrutar la merienda.
Escribir un diario.
Llevar un registro de la experiencia, hoy, puede parecer algo con poco
sentido… sin embargo, puede convertirse en una cápsula del tiempo. Una vez
finalizada la cuarentena, pueden armar una caja con los dibujos, las cartas, el
diario, y algún que otro recuerdo, y sellarla para… ¡EL AÑOS 2030! Sin dudas,
una década después, los recuerdos de hoy serán verdaderos tesoros familiares.