El uso de estufas en los meses fríos del año aumenta los riesgos de intoxicación ya que muchas personas no dejan ventilación en sus viviendas. Cómo evitar este cuadro que pone en riesgo la vida y afecta cada año a miles de argentinos
Durante las épocas de bajas temperaturas aumenta el uso de calefacción y los ambientes permanecen cerrados, incrementando el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono (CO).
El monóxido es un gas MUY tóxico. Se produce por la combustión incompleta de gas, carbón, querosén, petróleo, madera o cualquier otro elemento que contenga carbono; entre ellos:
- Motor de transportes
- Parrillas a carbón
- Sistemas de calefacción portátil
- Chimeneas
- Termotanques y hornallas
- Hornos, estufas y cocinas
- Calentadores portátiles de propano
- Calentadores de agua a gas natural
Como no se detecta a través de los sentidos se lo llama el “asesino invisible” porque:
- No tiene olor
- No tiene color
- No tiene sabor
- No irrita los ojos ni la nariz
Las estadísticas muestran que el 72 % de los accidentes fatales por monóxido de carbono se deben a calefones que tienen mala combustión, están mal ubicados o los ambientes carecen de ventilación.
CÓMO SE PRODUCE LA INTOXICACIÓN
El monóxido ingresa al cuerpo a través de la respiración.
Una vez en los pulmones, pasa a la sangre ocupando el lugar del oxígeno.
En consecuencia, reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega.
La falta de oxígeno afecta principalmente al cerebro y al corazón, por lo que el monóxido puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.
Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono pueden evitarse.
Los más sensibles al monóxido de carbono, son:
- Niños pequeños.
- Embarazadas.
- Adultos mayores.
- Personas que tienen alguna enfermedad cardíaca o pulmonar.
SÍNTOMAS
La exposición, incluso durante un período breve, puede producir daños irreparables, alterar el funcionamiento del sistema nervioso y provocar desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas.
Otras señales, son:
- Dificultad respiratoria.
- Dolor en el pecho y en la cabeza.
- Somnolencia.
- Debilidad muscular.
- Irritabilidad.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Convulsiones.
- Náuseas y vómitos.
- Deterioro del juicio.
- Pérdida del conocimiento.
- Coma, estado de shock.
En casos graves la intoxicación provoca la muerte por envenenamiento.
QUÉ HACER FRENTE A UN CASO DE INTOXICACIÓN
-Abrir puertas y ventanas.
-Apagar la fuente emisora de monóxido de carbono.
-Llevar a la persona afectada a un lugar abierto y fresco para que pueda respirar aire limpio.
-Llevarla al hospital o al centro asistencial más próximo, aunque haya recuperado el conocimiento o se sientan bien.
Aunque haga frío nunca es bueno que un ambiente esté calefaccionado de manera excesiva y genere embotamiento. Dejá una correcta ventilación abierta y ante la menor duda que tengas abrí las ventanas y puertas para oxigenar el ambiente.
Se calcula que en Argentina unas 250 personas pierden la vida cada año por esta causa.
AUTOTEST: “¿TU CASA ES SEGURA?”
Repasá las medidas de seguridad para evitar accidentes con el monóxido y verificá si cumplís con todas ellas en tu casa u oficina.
Mientras leés las recomendaciones, sumá 1 punto por cada ítem que ponés en práctica habitualmente. Cuando más cerca de 10 sea tu puntaje, mejor.
- Verificar que la llama de su cocina sea de color azul. En caso de que sea amarilla, naranja o rojiza, llamar a un gasista matriculado.
- Revisar anualmente por un gasista matriculado el funcionamiento de calefones, estufas, termotanques, cocinas a gas, salamandras y calderas para controlar si existe alguna pérdida antes de encender los artefactos cada otoño.
- Revisar que los conductos de ventilación no hayan sido tapados por suciedad o nidos de aves.
- Al comprar artefactos que funcionan a gas, controlar que tengan el logotipo de modelo aprobado.
- Evitar la instalación de calefones en el baño y no utilizar artefactos que NO sean de tiro balanceado.
- No usar salamandras o estufas a querosén. Y, en caso de hacerlo, retirarlas del ambiente antes de acostarse.
- Apagar las estufas antes de salir del hogar.
- Dejar siempre rendijas de 5 cm abiertas para permitir la circulación de aire y la renovación con el exterior.
- Nunca usar las hornallas del horno o la cocina para calentar el ambiente.
- Si tenés dudas sobre la posibilidad de alguna pérdida, cerrá la llave de paso del gas después de usar los artefactos mientras esperás la visita del gasista.
Revisá los ítems que no sumaste y hacé lo que sea necesario para cumplirlos y disfrutar de una casa segura. Aprovechá este mes para poner a punto tus instalaciones.