La danza tiene múltiples beneficios para la salud física y emocional; y el tango no es la excepción. En su Día Nacional te contamos las ventajas de sacar viruta al piso al compás de nuestra música ciudadana
El Día Nacional del Tango se celebra el 11 de diciembre de cada año para destacar su importancia en la cultura argentina y homenajear la fecha de nacimiento del cantante de tangos Carlos Gardel (1890 o 1887) y del director de orquesta Julio de Caro (1899).
Si disfrutás de este ritmo seguramente sabés de su belleza nostálgica, asociada al lamento del bandoneón y la melancolía. Sin embargo, además de tratarse de un símbolo criollo, el tango es sinónimo de vitalidad y alegría y bailarlo mejora la salud del corazón y favorece largos años bien vividos.
“Bailar tangos y milongas implica un ejercicio de leve a moderada intensidad. Aun en personas mayores el esfuerzo implica bajo riesgo de accidentes cardíacos o traumáticos y, por ende, puede recomendarse con márgenes de seguridad adecuados”, afirma el médico cardiólogo Roberto Peidro, quien dirigió junto a René Favaloro y equipo un estudio que evaluó los beneficios cardiacos del 2×4.
El doctor Ricardo Comasco, médico andrólogo, también participó de este trabajo científico y añade: “Los resultados de nuestra experiencia fueron altamente positivos. A nivel físico o biológico, el baile resulta una actividad física; a nivel psicológico, la persona se siente mejor bailando que realizando otras actividades para prevención y rehabilitación cardiovascular (por supuesto si le gusta el baile en general, y el de tango, en particular); a nivel espiritual, emocional, y básicamente, a nivel social, esto inserta al paciente en un grupo, en un tiempo en el que hay muchas personas solas que encuentran en esta actividad una gran motivación”.
«Bailar tango previene deficiencias fisiológicas en los adultos sanos, y retarda el proceso natural de envejecimiento», destaca el cardiólogo Ricardo Comasco.
Pasaron 20 años de estas conclusiones, publicadas en la Revista Argentina de Cardiología en 2002. Desde entonces, el tango fue utilizado como terapia complementaria en programas de rehabilitación cardiovascular en la Fundación Favaloro para pacientes que han padecido un problema cardíaco (infarto, cirugía o angioplastia).
Este trabajo de investigación tuvo tal repercusión que el concepto «Tango Salud» se aplica en diferentes países del mundo como Finlandia, Japón, Canadá, Colombia y Cuba.
Estudios que aplican el tango como complemento terapéutico para tratar diversos males han comprobado notables beneficios en el tratamiento de la hipertensión, la depresión y el Alzheimer.
15 RAZONES PARA SACAR VIRUTA AL PISO
“Esta actividad física requiere de atención, concentración y otros elementos psicológicos. Al actuar sobre el endotelio (epitelio que cubre el interior de los vasos sanguíneos, corazón incluido), mejora los factores de riesgo cardiovasculares que son: sedentarismo, colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, sobrepeso y obesidad, estrés, entre otros”, destaca Comasco.
Por otra parte, teniendo en cuenta que los factores psicosociales predisponen a las enfermedades cardíacas, el tango resulta un “buen remedio”: “efectivamente, el estrés positivo puede tener influencia en los beneficios de bailar tango, ya que está implicado un factor social muy importante”, señala Peidro.
Según diversos estudios, bailar tango…
- Mejora la coordinación de movimientos y el equilibrio.
- Favorece la socialización.
- Colabora con la buena postura y atenúa los problemas de columna.
- Ayuda a combatir la agresividad, ira, ansiedad y depresión.
- Disminuye y mejora la distribución de la grasa corporal.
- Mantiene y mejora la fuerza y resistencia muscular, previniendo la osteoporosis.
- Mejora la tolerancia a la glucosa previniendo la diabetes de tipo II o ayudando a su tratamiento.
- Disminuye el colesterol total y el colesterol malo (LDL).
- Previene la hipertensión.
- Retarda el proceso natural de envejecimiento.
- Mejora la actividad sexual.
- Mejora la imagen corporal y la autoestima.
- Reduce el estrés y mejora el humor.
- Fomenta el aprendizaje, la memoria y la creatividad a la hora de recordar e improvisar coreografías.
- Practicarlo regularmente aumenta la capacidad aeróbica hasta el 20 %, lo que equivale a un regreso funcional de más de 10 años.
Pero la mejor noticia de todas es que no hace falta ser Juan Carlos Copes o Virulazo para obtener sus beneficios, ya que con aprender los pasos básicos es suficiente siempre que el baile cumpla con el concepto FIT: frecuencia, intensidad y tiempo adecuados a tu persona.
Si no lo sabés bailar y te gusta la música, aprendé. Puede ser el ejercicio regular que estás buscando… y si sabés bailarlo hacelo con frecuencia. En cualquier caso, moverse al ritmo del 2×4 tiene beneficios para todos.