La recomendación surge de la revisión de casi 50 estudios realizados en la última década. Los expertos aseguran que el juego desestructurado es más importante para el cerebro en desarrollo que toda exposición a los medios electrónicos
Un panel de pediatras estadounidenses recomienda a los padres “poner a dieta” a sus hijos menores de 2 años de los contenidos de la televisión y hasta de los videos educativos que se promocionan para mejorar el desarrollo infantil.
En una declaración publicada en la prestigiosa revista Pediatrics, el grupo de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) desaconseja también exponer a los pequeños a la llamada “TV de segunda mano”, que es cuando el televisor funciona durante horas como si fuera la radio mientras se realizan las tareas del hogar.
Según 48 estudios publicados en la última década, esa exposición tan temprana podría alterar el crecimiento infantil, mientras que los hábitos de los padres a la hora de mirar televisión o videos en cualquier tipo de pantalla, como una computadora o un teléfono celular, puede retrasar el desarrollo del lenguaje de sus hijos más pequeños al interferir en el diálogo en el hogar.
“La AAP reafirma su recomendación de desalentar la exposición de los menores de 2 años a los programas de televisión, los videos pregrabados, la programación vía Internet y los DVD que se reproducen de manera tradicional o con las nuevas tecnologías -concluyen los expertos-. Esta declaración también desaconseja que los adultos usen el sonido de la televisión como ruido de fondo cuando los niños están en la misma habitación.”
La doctora Ari Brown, que dirigió el trabajo del panel, dice que esta actualización “era necesaria” por la gran oferta de programas para bebes y chicos pequeños. Además, en una encuesta de la AAP, el 90% de los padres admite que sus hijos más pequeños utilizan algún tipo de medio electrónico como entretenimiento. Y, en promedio, ese grupo etario mira tele entre 1 y 2 horas diarias; el 40% de los de entre 6 y 23 meses de edad pasa dos o más horas por día frente al televisor.
“Algunos de esos programas tienen buen contenido, pero no promueve el aprendizaje en un menor de 2 años porque no lo entiende”, agrega Brown.
En las cinco páginas que redactó el panel, un repaso de los estudios revisados sugiere que la exposición a la TV y la aparición de los problemas del desarrollo estarían asociadas, aunque todavía no se pudo demostrar que una sea causa de la otra.
Además, se lee: “Todavía no se pudo comprobar el beneficio educativo de estos contenidos en los menores de 2, a pesar de que tres cuartos de los videos infantiles más vendidos lo prometan de manera implícita o explícita”. Es que, para que un programa sea educativo, los chicos tienen que comprender el contenido y prestarle atención. “
Los mayores y los menores de 2 años tienen distintos niveles de desarrollo cognitivo y procesan la información de manera diferente -explican las recomendaciones- (…) Los chicos de entre 12 y 18 meses de edad son más propensos a aprender de la información que les brinda una persona y también la recuerdan mejor.”
Los hábitos de los padres frente a una pantalla también pueden influir en el desarrollo de los más pequeños, al distraer la atención de los adultos. Además, estudios demostraron que mientras un chico juega en la misma habitación donde está la TV mirará la pantalla por lo menos tres veces por minuto. “Cuando la televisión está encendida, los padres hablan menos -dice Brown-. Y cuanto menos tiempo de conversación tenga un chico, peor será el desarrollo del lenguaje.”
Por todo esto, los expertos concluyen: “El juego desestructurado es más importante para el cerebro en desarrollo que toda exposición a los medios electrónicos”..
Sin llegar a extremos
En el país, según la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), los chicos y los adolescentes pasan 3 horas diarias frente a la TV. Este tiempo es mucho mayor si se suma el tiempo que pasan con teléfonos celulares y tablets.
“Esto quiere decir que, para cuando su hijo haya terminado la escuela secundaria habrá pasado 3 años enteros de su vida mirando televisión”, escriben los integrantes del Comité Nacional de Pediatría Ambulatoria de la SAP en un documento con recomendaciones para los padres.
Frente a los programas de TV o videos que se ofrecen como educativos, “no sólo importa a qué edad se miran, sino también qué calidad tienen los contenidos. Y hay algunos programas para chicos que son un desastre. Por eso recomendamos que los padres se sienten con los hijos a consumir y a mediar con la imagen, y hablen con ellos según la edad que tengan”, dice el doctor Enrique Silinger, del Comité Nacional de Pediatría Ambulatoria de la SAP.
La SAP no tomó hasta ahora “una postura definitiva sobre si la exposición a edades tempranas produce problemas reales en el desarrollo -explica el doctor Mario Elmo, secretario del comité-. Lo ideal es que no sea una actividad sistemática. No es algo que uno pueda proponer ni tampoco se puede tener una posición radicalizada. La TV es una opción de entretenimiento que forma parte de la cultura familiar. Pero, como recurso didáctico para los más chiquitos, no parece muy significativo.”