Algunas personas confunden el retiro de la vida laboral con el retiro de la vida activa y se pierden una gran oportunidad de realizar sus sueños postergados, o adquirir nuevos conocimientos o habilidades para los que nunca tuvieron tiempo. Considerar a la jubilación una condena o una oportunidad depende de usted
La jubilación suele ser el fin de la vida laboral, aunque no es cierto que todas las personas que llegan a la edad de este fin de ciclo dejen de trabajar. De hecho, muchos siguen haciéndolo ya sea por necesidad o por placer.
Más allá de esto, es la finalización de una tarea realizada durante años, de las limitaciones que impone el horario laboral y de la carga que conlleva la responsabilidad de un puesto. Lo curioso es que, a pesar del origen etimológico del propio término, para muchas personas se trate de una experiencia difícil de transitar.
La palabra jubilación proviene del latín iubilum, que significa ‘viva alegría que se manifiesta con signos exteriores’. Podríamos decir entonces que se trata de un estado del ánimo, de una actitud. “Ser jubilado” debería ser sinónimo de una persona llena de júbilo, de vivacidad, de regocijo y de satisfacción.
Lejos de los achaques, de la pérdida de estatus social o de la limitación erróneamente asociada a la edad, la jubilación representa una nueva oportunidad y la forma en que se experimenta depende de varios factores siendo dos de ellos quizá los más importantes: los motivos que conducen a la jubilación y la existencia de un proyecto de vida.
No es lo mismo jubilarse antes de tiempo por problemas de salud, por ejemplo, que hacerlo cuando el momento llega y disfrutando de plenas facultades físicas y mentales, con energía y deseos de disfrutar de una nueva etapa. Tampoco será igual para quienes tienen ansiedad debido a la falta de recursos por dificultades económicas que para aquellos que cuentan con el respaldo de un patrimonio que les brinda tranquilidad y sustento financiero.
Sin embargo, a veces representa un desafío incluso para los que tienen salud, energía y un pasar libre de preocupaciones; lo cual nos lleva al segundo factor: la existencia de un proyecto.
Asumir un concepto positivo sobre la propia jubilación implica comprender que el hecho de separarse del trabajo no significa hacerlo de la vida. De hecho, esta sigue y las oportunidades de tomar decisiones basadas en gustos, placeres y deseos es mucho mayor que antes.
Así, una mirada optimista de la jubilación implica entenderla, por ejemplo, como…
- Premio al esfuerzo y al servicio prestados.
- Cúmulo de sabiduría, conocimientos y experiencia que ahora puede poner al servicio de nuevas causas: un voluntariado, por ejemplo.
- Oportunidad de desarrollar nuevas inquietudes o de dejar de posponer aquellas cosas que disfruta o le hubiera gustado hacer o aprender y no pudo por falta de tiempo.
- Posibilidad de atender necesidades físicas, sociales, espirituales.
En definitiva, de usted dependerá cómo encara su jubilación. Íntimamente, la propia palabra lo invita a un renovado tiempo de alegría. ¿Cuál es el significado que representa para usted?
CLAVES PARA UN TIEMPO NUEVO
Estas ideas pueden ser útiles incluso antes de la jubilación. De hecho, algunas personas se “retiran de la vida” agobiadas por las tareas y la falta de tiempo sin siquiera estar laboralmente jubiladas.
- Encuentre una actividad física que disfrute. Anímese a probar clases de yoga, de baile, de estiramiento, de yoga, de tenis. Planifique una rutina que lo mantenga activo. Si es en compañía, mucho mejor.
- Estimule su mente. La lectura, los juegos de mesa, las adivinanzas, las cuentas simples, la memorización de textos cortos (frases, proverbios, párrafos y poesías) harán que su mente siga haciendo conexiones neuronales fuertes y ágiles. También puede lavarse los dientes con la mano menos hábil, cambiar de derecha a izquierda la ubicación habitual de objetos cotidianos (broche del cabello, reloj, contenido del bolsillo), modificar el camino que toma normalmente para llegar a un destino frecuente.
- Desarrolle un hobbie. ¿Qué cosas hubiera querido hacer y no pudo porque estaba demasiado ocupado con su trabajo? Aprenda un idioma, asista a un taller, tome clases de música, de pintura, de canto o de baile.
- Si le cuesta dominar alguna tecnología no baje los brazos. Tómela como un desafío y aprenda a manejarla. Desde algo tan simple como un sacacorchos nuevo hasta una cámara digital.
- Desarrolle su sentido del humor y propicie oportunidades para reír a diario. Busque chistes en internet, disfrute de programas, obras de teatro y películas cómicas.
- Si enferma, acepte el diagnóstico pero desafíe el veredicto. Esto hará que siga las indicaciones de su médico y le sume el plus de una actitud de fortaleza indispensable para acelerar la recuperación de cualquier afección.
- Inicie nuevas búsquedas, por ejemplo:
- Busque qué cosas lo hacen sentirse útil… ¡y hágalas!
- Busque tiempo compartido con amigos y familiares.
- Busque distracciones: propicie reuniones, encuentros, salidas, espectáculos.
¿Ya pensó por cuál va a empezar?