Aumentar la conciencia de la población acerca de la importancia de esta enfermedad silenciosa es una de las metas para reducir la incidencia de las enfermedades no transmisibles
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias cada vez que el corazón late. Los valores se miden en presión sistólica -o máxima- y presión diastólica -o mínima-.
Estos valores pueden variar durante el día y ante diversas situaciones. Por ejemplo: durante la mañana o cuando estás nervioso, la presión arterial suele ser más alta; en cambio cuando dormís, reposás o durante momentos de calma, la presión arterial tiende a ser más baja.
La persona que presenta prehipertensión (medición limítrofe de 13/8.5 en varias tomas consecutivas) está más predispuesta a desarrollar hipertensión en algún momento de su vida. Sin embargo, esta situación se puede modificar con cambios en el estilo de vida.
Si existe un aumento sostenido de la presión más allá de los valores recomendados se habla de hipertensión o “presión alta”, y los grados son variables.
SÍNTOMAS
En la mayoría de los casos, esta enfermedad crónica no presenta señales visibles, por eso se la conoce como “mal silencioso” y es tan importante tomarse la presión al menos 1 vez al año para realizar un control.
En muy pocos casos puede presentarse acompañada de las siguientes señales:
- Dolor de cabeza a nivel de la nuca.
- Zumbido o ruido en el oído.
- Latidos cardíacos irregulares.
- Hemorragia nasal.
- Cansancio.
- Alteraciones en la visión.
COMPLICACIONES
Si la presión es alta en forma continua, las arterias se endurecen, se engrosan (arterioesclerosis) y pueden dificultar el paso de sangre, comprometiendo la salud cardiovascular.
Otras consecuencias de un mal control de la presión arterial, son:
- Pérdida temprana de la lucidez.
- Accidente cerebrovascular: bloqueo de las arterias del cerebro.
- Pérdida de la visión -ceguera-: rotura o bloqueo de los pequeños vasos sanguíneos del ojo.
- Insuficiencia cardíaca: como consecuencia del bombeo rápido y fuerte del corazón los músculos se hacen cada vez más débiles, pierden elasticidad y el órgano se expande.
- Ataque cardíaco: bloqueo en las arterias del músculo cardíaco que al sufrir una privación de oxígeno lleva al infarto.
- Insuficiencia renal: estrechamiento y disminución del flujo de sangre en las arterias que van a los riñones.
- Disfunción eréctil: por mala irrigación hacia el pene.
QUÉ HACER
- Si desconocés si sos hipertenso medí tu presión arterial al menos 1 o 2 veces al año (especialmente si tenés sobrepeso u obesidad). Realizar este control es fácil, no genera molestias ni demanda mucho tiempo.
- Si te diagnosticaron hipertensión:
- Seguí las recomendaciones del médico sobre hábitos saludables y la toma de medicamentos si te los receta. Es la única forma de evitar futuras complicaciones ya que cuando el curso de la sangre se ve alterado u obstruido, el corazón debe bombear más fuerte que lo normal, aumenta la presión arterial y esto afecta diferentes órganos y funciones del organismo.
- Bajá de peso si es necesario; o mantené un peso saludable.
- Moderá las bebidas alcohólicas y la cafeína.
- Cuidá tu alimentación. La dieta Dash tiene las mejores recomendaciones para controlar la presión arterial.
- Realizá actividad física regular.
- Si fumás, abandoná el cigarrillo. Siempre defendé tu derecho a un espacio libre de humo, el tabaquismo pasivo también es perjudicial.
El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión. En muchos casos bajar de peso representa el control definitivo de este mal silencioso.
LAS 3 «A» PARA CUIDAR TU PRESIÓN ARTERIAL
¿Por qué es importante el estrés? Al estar estresado el corazón trabaja más duro y más rápido y se estrechan los vasos sanguíneos, aumentando la presión arterial. Además, el estrés facilita la producción de cortisol, hormona que:
La buena noticia es que, aunque la hipertensión es una enfermedad crónica, es posible prevenirla y tratarla mediante modificaciones en tu estilo de vida.
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MÁS INFORMACIÓN: Rincón del hipertenso, Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA)
