Cómo es tu relación con la balanza… ¿La querés? ¿La odiás? ¿La ignorás? En esta nota compartimos las estrategias más efectivas para aprovechar esta herramienta de autocontrol
Muchos tienen un sentimiento de amor-odio con la balanza: la quieren cuando da buenas noticias y la odian cuando no refleja los cambios esperados o marca un aumento de peso.
Sin embargo, el problema no es la balanza sino el peso, al igual que para los hipertensos no es el aparato de presión sino la presión misma. De hecho la balanza es a la persona con sobrepeso lo que el aparato de presión al hipertenso: IMPRESCINDIBLE.
Entonces…
• ¿Por qué pesarse? Porque es la única manera de ver qué ocurre con tu adelgazamiento.
• ¿Cuándo pesarse? Mínimamente 1 vez por semana en el marco de tu tratamiento. Idealmente en forma diaria siguiendo alguna de estas modalidades.
• ¿Dónde pesarse? Siempre en la misma balanza: una balanza común de pie.
• ¿Cómo pesarse? Con la misma ropa o sin ropa, si tenés balanza en casa.
• ¿Cada cuánto pesarte? La decisión es personal y depende de lo que sea más efectivo para mantener el control. A más pesajes diarios, más control. Cada una de las maneras tiene sus ventajas.
Según nuestra experiencia, lo más conveniente es pesarse siempre a la misma hora, en la misma balanza y preferentemente sin ropa. Más allá de lo que decidas, después de pesarte es indispensable completar la Curva de Peso.
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