Reflexión del doctor Cormillot sobre nuestros pensamientos negativos durante las Fiestas

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Navidad y Año Nuevo son dos fechas muy movilizantes para la mayoría de las personas y pueden serlo más aún para aquellos que están llevando adelante un plan alimentario para bajar de peso. Para que estas dos noches no se conviertan en un motivo de angustia, el doctor propone meditar sobre tus logros y aciertos


Quizás tengas sobrepeso u obesidad y estás tratando de modificar tus hábitos para cambiar esta situación con mucha voluntad y empeño.

Pero pronto es Nochebuena, y luego Navidad… y quizás sientas temor a descontrolarte y tirar o todo por la borda. Y si lográs superarlo temés que eso pueda pasar entonces el 31 y comenzar el año nuevo con un objetivo sin cumplir.

Por eso aquí voy a traer al centro de la escena un aspecto de los programas para adelgazar del que no se suele hablar tanto y que, en última instancia, puede ser tan importante como cambiar la alimentación o practicar más actividad física. De hecho, sin este primer cambio, resultará más difícil adoptar cualquier otra conducta. Me refiero a controlar los pensamientos negativos, aquellas ideas o creencias que nos dan por derrotados aun antes de empezar, que nos desalientan y nos indican que no vale la pena esforzarse.

Los pensamientos negativos pueden variar mucho de una persona a otra. Pueden referirse a situaciones cotidianas («no tengo oportunidad en la entrevista laboral, elegirán a alguien delgado”), a la apariencia física (“soy muy gordo, todos me miran de reojo”), o incluso al tratamiento mismo (“hoy me estoy cuidando, pero el fin de semana seguro me descontrolo”). Esta suerte de “diálogo interno” solo sirve para una cosa: prepararte para el fracaso.

Pensar en rminos generales y negativos impide que apreciemos las cosas buenas, hace que pasemos por alto algún elogio, o que solo tengamos en cuenta los momentos incómodos. ¿Pensaste cuántas veces valoraron positivamente tus habilidades? ¿Y cuántas otras sentiste que le caías bien a alguien nuevo?

Si llevamos los pensamientos negativos al tratamiento para bajar de peso, sería algo así: “hoy es Nochebuena, me voy a descontrolar y echaré a perder todo mi esfuerzo”… ¿podés notar cómo se esgrimen como barreras a vencer en el camino a la recuperación?

Muchas veces, estas profecías se basan en malas experiencias del pasado; destacarlas es característico de las personas que son muy duras consigo mismas y no se perdonan ninguna falla.

Si es tu caso, te sugiero que tengas presente que no existe la dieta perfecta: somos seres humanos, con aciertos y errores. Los tropiezos siempre nos van a acompañar; la cuestión es si nos ponemos de pie cada vez y seguimos avanzando, o si nos quedamos en el piso lamentando nuestras desgracias.

Aunque alguna vez tengas un tropezón (por ejemplo, en alguna de las Fiestas comas o bebas de más), no es algo que necesariamente se repetirá siempre. ¿Qué tal si sacudís tu mente y considerás que ahora estás mejor preparado para superar los desafíos?

Si tu deseo es alcanzar la meta de un peso saludable, tendrás que quererte: nadie puede apoyarte en este camino mejor que vos mismo.

Y si bien la mayoría de las personas se ocupa más de sus fracasos que de sus éxitos y así magnifican y perpetúan justamente lo que no les gusta, vos podés elegir hacer algo distinto.

¿Qué tal si este diciembre te ocupás de tus aciertos -grandes o pequeños-?

Te aseguro que hacerlo no solo te hará sentir bien; además aumentará tu sensación de control y fortaleza para seguir dando pequeño pasos hacia tus objetivos.

Felices Fiestas, Prof. Dr. Alberto Cormillot