5 razones para comer dátiles

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Originarios de Oriente Medio, el término “dátil” deriva del griego «daktylos» que significa «dedos», por la forma de los frutos agrupados en racimos. Te contamos sus propiedades y cómo incluirlos en tu alimentación para obtener todos sus beneficios


El dátil no es una fruta desecada o deshidratada, a pesar de que por su consistencia y su aspecto pueda parecerlo y comparte similitud nutritiva con este grupo.

De hecho no se somete a un proceso de desecación sino que se seca al sol en el mismo árbol y después se recolecta.

Es el fruto de la palmera datilera, de unos 4 a 8 centímetros de longitud y color amarillo dorado cuando está maduro. Su carne, blanda y de sabor dulce, contiene un hueso alargado en su interior.

La palmera datilera es uno de los frutales más antiguos cultivados en las regiones áridas de la península Arábica, norte de África y Oriente Medio.

Dada su gran variedad se clasifican en dátiles blandos, semisecos y secos.

POR QUÉ CONSUMIR DÁTILES

Los dátiles son fuente excelente de potasio, magnesio, calcio, hierro y de provitamina A (betacarotenos), vitamina B3 y B9 (ácido fólico). La vitamina C, en mayor cantidad en la fruta fresca, se pierde durante el proceso de soleado.

# 1 | Aporte en fibra

Son fuente de fibra soluble e insoluble, lo que le confiere propiedades saludables para mejorar el tránsito intestinal, combatir el estreñimiento y reducir la absorción de colesterol, entre otros beneficios.

# 2 | Riqueza mineral

El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula, por lo tanto regula la presion arterial.

El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.

El hierro ayuda a transportar el oxígeno necesario para el metabolismo celular.

# 3 | Contenido en vitaminas y betacarotenos

La vitamina B3 o niacina interviene en distintas fases del metabolismo y aprovechamiento de los hidratos de carbono, ácidos grasos y aminoácidos entre otras sustancias.

El ácido fólico (B9) interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. Contribuye además a tratar o prevenir anemias y la espina bífida en el embarazo.

Gracias a los betacarotenos que se transforman en vitamina A en nuestro organismo, su consumo colabora con la buena visión; la salud de la piel, el cabello, las mucosas y los huesos y el buen funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener propiedades antioxidantes.

# 4 | Súper energía

Su alto aporte calórico en poco volumen convierte a los dátiles en fuentes de energía concentrada, por lo que resultan apropiados cuando se practican deportes de larga duración o un esfuerzo físico intenso.

Sin embargo, esta cualidad es la misma razón por la que es conveniente moderar su consumo ya que el contenido calórico es de cuatro a seis veces superior respecto a la fruta fresca de origen.

# 5 | Extra dulzura

De la mano de su riqueza en hidratos de carbono de absorción rápida en forma de azúcares viene su dulce sabor. Esta propiedad convierte a los dátiles en una excelente alternativa para disfrutar de algo dulce sin recurrir a productos industrializados.

Composición cada 100 gramos de porción comestible
Calorías280
Hidratos de carbono (g)67
Proteínas (g)2,5
Fibra (g)7,1
Potasio (mg)677
Hierro (mg)3
Magnesio (mg)58
Calcio (mg)62
Provitamina A (mcg)7
Vitamina C (mg)2
Vitamina B3 (niacina) (mg)1,7
Vitamina B9 (ácido fólico) (mcg)28
MCG = microgramos

CÓMO COMERLOS

Estos frutos combinan muy bien con los cereales de desayuno y lo enriquecen en vitaminas, minerales y fibra, lo que puede resultar una alternativa interesante para personas de todas las edades.

Además, es una forma de hacer esta primera comida del día atractiva, variada y original con nuevos sabores.

Algunas maneras de consumirlos, son:

3 DATOS PARA TENER EN CUENTA

  1. DIENTES. El consumo habitual de dátiles puede favorecer la aparición de caries dental ya que su consistencia pegajosa hace que se adhieran a la dentadura, por lo que es recomendable cepillarse los dientes después de consumirlas.
  2. DIGESTIÓN. Pueden resultar indigestos por lo que su consumo no se recomienda en personas con problemas digestivos (digestiones lentas y pesadas, flatulencia, estómago delicado…). En estos casos conviene consumir los dátiles en forma de compota.
  3. MIGRAÑA. Los dátiles contienen tiramina, una sustancia que provoca constricción de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar migraña en personas propensas.