De qué se trata este síndrome más frecuente en los varones que influye en la forma en que las personas dan sentido al mundo, procesan la información y se relacionan con su entorno
En 2007 se instauró el 18 de febrero como Día Internacional del Síndrome de Asperger en honor al nacimiento del pediatra y psiquiatra austríaco primero en describir la enfermedad que lleva su apellido en 1944 y reconocida medio siglo después.
El Síndrome de Asperger es una variación del desarrollo que acompaña a las personas durante toda la vida influyendo en su forma de dar sentido al mundo, procesar la información y relacionarse con los otros.
Aunque la comunidad científica aún no ha descubierto su causa, existe un fuerte consenso para señalar que:
- Es de orden neurobiológico.
- No se produce por problemas afectivos ni por el tipo de educación recibida.
- Tiene mayor incidencia en varones que en mujeres y en ellas su manifestación es más sutil y encubierta.
DE QUÉ SE TRATA
También conocido como ‘ceguera mental’, las personas con Asperger no pueden ponerse en lugar del otro ni entender el lenguaje corporal o no verbal; es decir: aquello que comunican los gestos, las metáforas o la ironía.
Debido a esto, pueden ser víctimas de mentiras, engaños y burlas al no captar la lógica del doble discurso ni del humor manifestando dificultades para la interacción social.
Sin embargo, suelen destacarse en sus áreas de principal interés y tener un coeficiente intelectual entre normal y elevado.
El Síndrome de Asperger es una condición del neurodesarrollo, una variación del desarrollo que acompaña a las personas durante toda la vida. Influye en la forma en que dan sentido al
Con anterioridad fue incluido entre los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y en el presente se encuentra incorporado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Asimismo, el término ‘trastorno’ está siendo reemplazado por el de ‘Condición’ (CEA), conforme se entiende que el mismo es solo una variación más de la diversidad humana.
CARACTERÍSTICAS
En una sociedad con una marcada inclinación a homogeneizar y a medir a los semejantes con los parámetros dominantes, no es de extrañar que las personas con Síndrome de Asperger sean consideras raras o con conductas desadaptadas, ya que presentan una manera distinta de pensar y relacionarse, y en muchos casos, esto puede llegar a provocar inquietud.
Sin embargo, sus acciones nunca persiguen una finalidad perturbadora. Muy por el contrario, como el resto de las personas, necesitan ser respetados en su singularidad, aceptados y amados.
Entre sus características, teniendo mucho cuidado en no desatender que cada persona es única y particular, existen rasgos que pueden considerarse altamente positivos y otros en los que suelen presentar dificultades.
- Rasgos altamente positivos: capacidades relacionadas con la inteligencia dura, racional, unívoca, híper-lógica. Entre ellas:
- Memoria (en muchos casos verdaderamente prodigiosa)
- Apego al detalle (capturando datos inasibles para otros observadores)
- Facilidad para la matemática, la tecnología y el pensamiento lógico
- Estructuración, focalización en un interés dominante
- Alta concentración y perseverancia en ese interés
- Rasgos que pueden presentar dificultades: inteligencia blanda y emocional, determinantes a la hora de relacionarse e insertarse en todo tipo de entornos sociales. Por ejemplo:
- Inconvenientes para percibir los aspectos no verbales del lenguaje, especialmente el lenguaje corporal y gestual
- Dificultad para entender los códigos implícitos en la comunicación, la relación con el contexto, los cambios simultáneos y vertiginosos de las situaciones sociales
- Baja tolerancia a la frustración, el aplazamiento y la espera
- Literalidad en la comprensión y limitaciones para interpretar chistes y metáforas. Esta dificultad social viene acompañada de mucha ansiedad y a veces también de depresión.
Las personas con Síndrome de Asperger tienen mucho interés en hacer verdaderos amigos, pero sus insistentes intentos fallidos provocan dolor y enojo, manifestando con frecuencia desbordes y reacciones explosivas que el entorno suele no interpretar.
Todos los aprendizajes sociales que las personas con un desarrollo típico realizan a lo largo del crecimiento de manera natural e implícita, los individuos con Síndrome de Asperger deben obtenerlos costosamente y de manera explícita.
Otro aspecto es la falta de flexibilidad mental y comportamental, consistente en temáticas absorbentes, obsesiones y repetición de rituales.
Son notorias también las dificultades sensoriales y la sobrecarga de estímulos que impactan en el comportamiento.
Asimismo, suelen estar presentes algunas dificultades motrices en la infancia, ya que esta maduración generalmente demora un poco más (se evidencia por ejemplo en atar cordones, abrochar botones, escribir sobre el renglón, etc.).
En el ambiente académico es usual referirse a la “empatía cero positiva”, lo que se traduce en una baja empatía (la capacidad de ponerse en el lugar del otro) pero sin maldad.
Pensar que las personas con Síndrome de Asperger manejan voluntariamente su falta de empatía es una falacia, no tienen ninguna intención de dañar. Todo lo contrario, son altruistas y poseen altos valores humanos: detestan la injusticia y promueven el compromiso social.
La dificultad aparece en situaciones concretas en las que es necesario leer y jerarquizar muchas variables al mismo tiempo. De la misma manera es importante destacar que son leales, honestos, y aborrecen la mentira y la hipocresía.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El primer paso es una evaluación hecha por un profesional con experiencia en trastornos generalizados del desarrollo, quien realizará una evaluación general, test y reunirá la historia clínica del paciente.
Una vez realizado el diagnóstico profesional, ciertas estrategias implementadas desde la primera escolarización permiten desarrollar habilidades sociales que les permitan una mejor interacción con su entorno.
Para conseguirlo, el trabajo terapéutico debe concentrarse especialmente en las tres áreas que caracterizan el síndrome:
- Falta de habilidades sociales.
- Presencia de rutinas obsesivas, repetitivas.
- Torpeza motriz.
Diagnosticar en forma precoz es importante porque los niños con Asperger que reciben intervención temprana tienen más oportunidades de sobresalir en la escuela y vivir en forma independiente.
FUENTE: Asociación Asperger Argentina
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