Preparación fría conformada por diferentes alimentos, principalmente hortalizas crudas o cocidas condimentadas con aceite, sal, vinagre o limón, especias o aderezos. Suele acompañar carnes, pollo o pescado.
Las ensaladas más comunes llevan tomate y lechuga, y a veces, cebolla. Pero suelen hacerse infinidad de combinaciones y agregados. Se puede utilizar verduras de hoja (espinaca, berro, rúcula, acusay, apio), papa, zanahoria, choclo, rabanitos, remolacha, arvejas, pepino, huevo duro, quesos, jamón, pollo y carne roja cocidos, atún, y hasta frutas (naranja, manzana, melón, frutillas, uvas, pasas de uva) y frutas secas (nueces, avellanas, almendras).
Muchas combinaciones llevan nombres determinados, como la ensalada rusa (papa, zanahoria, arveja, mayonesa), la waldorf (manzana, apio, nueces, crema o mayonesa), la césar (básicamente lechuga romana, pan frito, aceite de oliva, salsa worcestershire, queso parmesano), o la griega (tomate, pepino, pimiento, cebolla colorada, aceite de oliva, alcaparras, aceitunas).
Los condimentos son parte importante de una ensalada. Suele utilizarse aceite, sal, vinagre, limón, aceto balsámico, vinagreta, aderezos (crema, mayonesa, salsa golf, ketchup, salsa tártara, mostaza), especias (pimienta, ají molido, pimentón, estragón) y hierbas aromáticas (albahaca, orégano, cilantro, perejil), entre otros.
El valor calórico de una porción de ensalada varía de acuerdo a sus ingredientes y aderezos. Las que contienen verduras de hoja serán las de menor aporte calórico. El aceite aumenta notablemente la cantidad de calorías.
El consumo diario de ensaladas de hortalizas, preferentemente crudas, es aconsejable por el aporte de fibra, vitaminas y minerales.
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