Japón es el país con mayor expectativa de vida del mundo y el que mayor cantidad de habitantes centenarios tiene: hoy ya son más de 70.000, ya que 520 superan esa edad por cada millón de habitantes. Y en esto mucho tiene que ver los alimentos que consumen los japoneses y la forma en que lo hacen
La dieta tradicional de la isla japonesa de Okinawa, donde cumplir los 100 años es algo muy frecuente, se basa en hortalizas, granos enteros, frutas, legumbres, pescado y poca carne roja.
Con esta combinación, su población goza de un envejecimiento saludable que no sólo reduce su riesgo de enfermedad cardiovascular sino que también minimiza la producción de radicales libres (moléculas dañinas que aceleran el deterioro celular). Sin embargo, no es la única clave del éxito.
Los okinawenses ponen en práctica un control de calorías llamado Hachi hara bu, que significa ‘come sólo hasta que estés lleno al 80%’.
Este recurso consiste en detener la ingesta antes de sentir saciedad durante el acto de comer, lo que da el tiempo suficiente para que su cerebro le avise que está satisfecho.
Efectivo para mejorar el control de la cantidad de alimentos que ingerimos, respeta el tiempo que tardan los receptores de distensión del estómago (unos 20 minutos) para enviar una señal al cerebro que lo alerte de la saciedad, por lo que si uno come hasta sentirse satisfecho con el último bocado habrá ingerido más cantidad de alimentos de lo que su cuerpo necesita aumentando el riesgo de engordar.
Si lo pone en práctica verá que, 20 minutos después de parar al 80% de su capacidad estomacal, se sentirá lleno.
La fórmula del Hara Hachi Bu: 80 – 20
Si está en un lugar donde usted puede servirse la comida:
-Sírvase la primera porción ocupando con alimentos el 80% de la superficie y deje el 20% de la misma visible, vacía.
-Coma lentamente, saboreando cada bocado. La idea es que esa primera porción que se sirvió dure tanto como sea posible. De este modo le dará a su cerebro el tiempo que necesita para producir la señal de saciedad cuando esté satisfecho.
-Cuando termine la primera porción espere, no vaya por una segunda de inmediato.
-Si sigue sintiendo hambre después de 15 o 20 minutos, sírvase a la inversa: coloque una cantidad de alimentos que cubra el 20% del plato de modo que el 80% quede al descubierto.
-Coma esta porción del mismo modo que la anterior. Pensando, saboreando, apoyando los cubiertos, masticando mucho cada bocado, en forma lenta y bebiendo un sorbo de líquido (en lo posible sin alcohol) entre uno y otro…
Si está en un restaurante y la porción ya viene servida:
-Pídale un plato extra al mozo. Pase el 20% de la porción de su plato principal de modo que en este último le quede el 80% restante. La cantidad de comida reservada puede compartirla si alguien quiere probar lo que usted pidió, o reservarla para llevar.
-Coma lo que quedó servido poniendo en práctica el método STOP del comer pensando.
-Cuando termine esa porción espere, no pida un segundo plato de inmediato. }
-Si sigue sintiendo hambre después de 15 o 20 minutos, sírvase el 20% de la porción que separó anteriormente si es que no lo compartió con nadie. Si va a pedir otra cosa, vuelva a repetir el procedimiento ocupando un 20% de su plato.
Dr. Alberto Cormillot