Es la versión light de una delicatessen que abunda en las fiestas pero no acostumbramos consumir en el hogar. Resulta contundente y genera saciedad sin sumar grasas
4 porciones (8 mitades, dos por persona).
Ingredientes
4 huevos duros (la yema se usará en otro plato).
4 cdas. de queso blanco descremado.
2 cdtas. de coñac (opcional).
4 nueces o aceitunas negras.
2 cdtas. de gelatina sin sabor.
Sal y pimienta.
Hojas de lechuga.
Preparación
Mezclar en un bol el queso blanco con el roquefort y el coñac; rectificar el sabor con sal y pimienta si fuera necesario. Espolvorear encima la gelatina en forma de lluvia batiendo enérgicamente hasta obtener una mezcla homogénea. Llevar a la heladera durante 30’.
Cortar los huevos por la mitad a lo largo, retirar las yemas, quitarles una rodaja en la base para que puedan apoyarse bien y rellenarlos con una manga y pico rizado con la mezcla refrigerada.
Decorar cada mitad de huevo con ½ nuez o aceituna negra.
Colocar las hojas de lechuga en los platos dejando lugar en el centro para los huevos y los tomates. Reservar en la heladera hasta el momento de servir.
