Las setas aportan numerosos nutrientes que tienen efectos muy beneficiosos sobre nuestra salud
Ya en la Antigüedad se conocían las propiedades gastronómicas y medicinales de los hongos, así como la toxicidad de algunas variedades. En China, por ejemplo, la variedad Shiitake se consume desde hace más de mil años.
Algunos pueblos aprovechaban la capacidad alucinógena de ciertas especies; en la Edad Media el consumo de determinados hongos era privilegio de las clases altas.
Recién en el siglo XVII se inicia en Francia el cultivo controlado. Su producción evolucionó extraordinariamente y en la actualidad se utilizan modernos sistemas de siembra y recolección.
APORTES Y BENEFICIOS
Dado que los hongos carecen de clorofila, son incapaces de sintetizar por sí mismos las sustancias orgánicas que necesitan para vivir.
100 gramos de hongos aportan:
- 25 calorías | 0 “C” (créditos del Sistema “C”).
- 3 gramos de hidratos de carbono.
- 3 gramos de proteínas.
- 1 a 3 gramos de fibra.
Contienen vitaminas del complejo B (B3 y B9), minerales (potasio, fósforo y selenio) y fibra. Gracias a su riqueza nutricional, su consumo regular:
- Ayuda a bajar el colesterol.
- Aumenta las defensas.
- Reduce el riesgo de cáncer colorrectal.
- Tiene acción antioxidante.
LOS COMESTIBLES MÁS HABITUALES
- Champiñón (Agaricus bisporus).
- Portobello (Agaricus brunnescens): una variedad del champiñón común.
- Shiitake o seta china (Lentinula edodes).
- Girgola (Plerotus ostreatus).
- Hongo de los pinos (Boletus phinopilus) o funghi porcini en italiano.
- Trufas (Tuber).
CONSUMO
Se puede incluir un plato de hongos dentro de las 5 a 6 porciones de hortalizas y frutas recomendadas por día.
Se consiguen frescos, en lata o deshidratados. Los champiñones frescos más grandes se pueden rellenar.
Para quitar la presencia de tierra conviene limpiarlos suavemente con un paño húmedo o lavarlos ligeramente en agua antes de cortar.
Este procedimiento debe hacerse inmediatamente antes de usarlos en la cocción, ya que al lavar hongos o setas es muy difícil que el agua se seque por completo y esto afecta el color, el sabor y la consistencia.
Si compraste hongos frescos y no los vas a usar de inmediato, guardalos en la heladera sin lavar y evitá colocarlos en contenedores o bolsas porque pierden sus cualidades.
Se pueden incluir en salsas, cazuelas, sopas, ensaladas, salpicones, pizzas, terrinas, omelette, rellenos y sándwiches.
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