Cada 7 de febrero se conmemora el Día para la Concientización de este cuadro que afecta al oído interno y tiene causa desconocida. Cuáles son los síntomas y qué hacer cuando se presentan las crisis
La enfermedad de Ménière es un problema que se produce en el oído interno; y a pesar de que convivir con este cuadro puede ser problemático, no es contagiosa ni fatal.
Se trata de un problema crónico (constante) que puede desarrollarse a cualquier edad, pero es más común en adultos de entre 40 y 60 años.
Las personas que lo padecen no tienen síntomas permanentes sino cuando sobrevienen los “ataques” (frecuentes u ocasionales), que pueden durar de 20 minutos a 2 horas o más.
Fue descripto por primera vez en 1861 por el médico francés Prosper Ménière, quien reconoció los síntomas en una niña de 12 años. Esta afección, que lleva su nombre, suele presentarse en un solo oído; aunque algunas personas tienen problemas en ambos.
SÍNTOMAS
Durante un ataque, los síntomas incluyen:
- Mareo (sensación de movimiento o de torbellino).
- Sensación de oído tapado
- Tinnitus (zumbido en el oído).
Estos síntomas pueden causar problemas de equilibrio y hacer que la persona se sienta inestable al caminar.
Debido a la sensación de movimiento, algunos sudan, sienten náuseas y vomitan durante una crisis.
También se puede notar una pérdida de audición, especialmente con los sonidos que tienen un tono bajo.
CAUSAS
La causa es desconocida, aunque se cree que puede relacionarse con un exceso de líquido en el oído interno. Este exceso de líquido puede deberse a varios factores: alergia, infecciones virales, genética y obstrucción del drenaje del oído medio, entre otras.
También se la vincula directamente con el estrés y a una vida laboral muy agitada.
Como no se ha identificado una sola causa, existe la posibilidad de que la patología sea resultado de la combinación de varios de los factores mencionados.
DIAGNÓSTICO
Además de los síntomas que la persona relata, el médico suele pedir estudios para descartar otros problemas del oído:
- Pruebas de audición.
- Análisis de sangre.
- Tomografía computada.
- Pruebas especiales que analizan el equilibrio y qué tan bien funcionan los oídos.
Se calcula que 190 de cada 100 mil personas sufren de esta enfermedad en el mundo, en su mayoría mujeres. En Argentina se cree que cada año se diagnostican entre 4 mil y 8 mil nuevos casos de Ménière.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Debido a que la causa es desconocida, la prevención es limitada.
Sin embargo, en las personas que tienen esta enfermedad algunos cambios en el estilo de vida y la alimentación pueden ser de ayuda para aliviar los ataques o reducir su frecuencia; entre ellos:
- Reducir el consumo de sal: esto ayuda a controlar indirectamente la cantidad de líquido en el oído interno.
- Tomar diuréticos recetados para eliminar el exceso de líquidos corporales.
- Limitar la cantidad de cafeína y alcohol.
- Dejar de fumar o usar otros productos de tabaco.
- Tratar las alergias para reducir la acumulación de líquido en el oído.
También se suelen prescribir medicamentos para aliviar la sensación de mareo y náuseas.
El acompañamiento psicológico también es adecuado para calmar el estrés. Una serie de cuidados personales y cambios de hábito ayuda a transitar mejor los episodios y a reducir el daño producido con cada crisis.
QUÉ HACER DURANTE UN ATAQUE
- Tratar de acostarse sobre una superficie que no se mueva, como el suelo.
- Para sobrellevar los mareos, mantener la vista fija en un objeto que no se mueva.
- Cuando los síntomas desaparezcan, levantarse lentamente.
Es posible que sientas mucho sueño y quieras dormir durante varias horas después de un ataque.
Comer y beber livianamente el resto del día ayuda a reducir el riesgo de vómitos. Sin embargo, si se presentan vómitos persistentes por más de 24 horas con intolerancia de líquidos, conviene consultar con un médico.
FUENTES:
Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NIH)
Academia Americana de Médicos de Familia (USA)
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