Es imprescindible que quienes son más vulnerables y no pueden salir a la calle mantegan cubiertas su necesidades de agua, alimento, medicamentos, ropa, aseo y comunicación. Para asistirlos en su hogares, quienes necesiten viajar deben llenar una declaración jurada
Si en nuestra familia hay adultos mayores o personas que integran grupos de riesgo o tenemos vecinos o amigos en esa condición, es muy importante ayudarlos a hacer las compras, realizar su tareas diarias y mantener el contacto con ellos así sea en forma telefónica para brindar apoyo emocional o ayudarlos a comprender la información que reciben en forma clara.
Empecemos por aclarar algo que preocupa a mucha gente. Nadie está impedido de prestar ayuda a un familiar, un vecino, un amigo que se encuentra sólo o una pareja de ancianos que por las recomendaciones que son de dominio público hoy no pueden salir a la calle para realizar compras o en su propio hogar necesitan ayuda para realizar las tareas básicas. Es más, resulta imperioso que manteniendo las pautas de seguridad e higiene establecidas por el Ministerio de Salud, el resto de la comunidad no abandone a su suerte a estos grupos de riesgo a los cuales las tareas de la vida cotidiana les resultan más dificultosas que al resto e inclusive pueden poner en riesgo su salud.
Por eso resulta imprescindible que estas personas mantegan cubiertas las necesidades de:
*Agua.
*Alimentos.
*Medicamentos.
*Ropa.
*Aseo.
*Comunicación.
LAS PERSONAS QUE ASISTEN
El decreto de necesidad y urgencia que establece el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional por la pandemia de coronavirus establece una lista de excepciones de la prohibición de circular. Entre ellas se encuentran las «personas que deben asistir a otras con discapacidad; familiares que necesitan asistencia; a personas mayores; a niños, a niñas y adolescentes«.
En ese contexto, el Ministerio de Desarrollo Social formalizó la declaración jurada para que familiares y cuidadores profesionales queden exceptuados de la medidas de aislamiento ordenadas por el Decreto 297/20 y puedan «llevar adelante todo lo que esté a su alcance para colaborar con las personas mayores de edad en la realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria».
Para tal tarea, el Gobierno dispuso que para trasladarse en auto o viajar en medios públicos durante la cuarentena deberán completar una declaración jurada para poder circular por la calle. Según la normativa que estableció el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo, este documento tendrá que ser completado y presentado «a la autoridad competente, junto con su Documento Nacional de Identidad” en caso de ser necesario.
El mencionado formulario -que puede descargarse o copiarse en https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/6056_-_ddjj_para_resp_de_adultos_mayores.pdf– podrá ser llenado a mano, por computadora o “bien transcribiendo la totalidad de su contenido de puño y letra en una hoja en blanco” y agregando los datos que se solicitan.
El Gobierno aclaró que en el supuesto de que este trabajo esté en manos de alguien ajeno a la familia de la persona anciana, ya sea un voluntario o un contratado, la declaración jurada deberá ser firmada tanto por quien brinde el servicio como por el beneficiario o algún familiar del mismo. “Para el caso de cuidadores que registren relación de dependencia con una empresa prestadora de servicios (medicina prepaga, obra social u otros), será su empleador quien concederá una certificación específica al efecto”, precisó la Resolución.
Por último, el Gobierno informó que en todos los supuestos antes mencionados, en el formulario se “deberán describir los días y horarios en los cuales el/la cuidador/a, se trate de familiar o profesional, acudirá al domicilio de la persona mayor para su cuidado y/o asistencia”.
CONECTARSE CON LOS MAS AISLADOS
Distintos estudios médicos llevados a cabo sobre la población que debió atravesar una cuarentena en China y Toronto durante la epidemia de SARS en 2002 y 2003 comprobaron que el aislamiento, la pérdida de la rutina habitual y la abrupta caída del contacto social y físico con los demás provocan aburrimiento, frustración, una sensación de aislamiento del mundo y angustia. Esta frustración se exacerbó en los casos en que se perdieron las rutinas de las compras básicas o se vieron impedidos de mantenerse conectados a internet o de mantenerse conectados por teléfono o redes sociales.
En momentos como los que estamos viviendo, es natural sentirse abrumado, estresado, ansioso, irritable o enojado. Dése tiempo para detectar lo que siente emocionalmente y poder expresarlo.
Está comprobado que durante las cuarentenas, el hecho de comunicarse con la familia y los amigos resulta esencial para reducir la sensación aislamiento, el estrés, los pensamientos relacionados con el pánico o síntomas depresivos.
Recuerde que el humor y la conexión social pueden ser una forma de mitigar la tensión y aliviar la angustia. Ayúdelos a crear una rutina diaria -así sea de horarios-, a planificar pequeños ejercicios físicos o de relajación que se adapten al espacio con que se cuenta. Tener rutinas para lecturas, ver programas de televisión o películas, comunicarse con familiares o amigos o realizar ejercicios tendrá un impacto positivo en sus pensamientos y sentimientos.