Estas son algunas de las equivocaciones más comunes en la alimentación de los argentinos y comprueban que comer mejor está más relacionado con los hábitos que con gastar más en alimentos. Por eso sumamos tips que ayudan a cambiar algunas costumbres perniciosas que en muchos casos se acrecentaron con la pandemia de coronavirus
El confinamiento y la modificación de hábitos que trajo consigo la pandemia trastocó en muchos hogares el ritmo alimentario y la calidad nutricional de los productos que se consumimos. Por esta razón hoy más que nunca resulta indispensable analizar nuestra conducta alimentaria, ya que modificando ciertos errores frecuentes podemos mantener un peso adecuado y mejorar nuestra salud.
10 ERRORES MUY COMUNES
1. Salteo el desayuno.
2. No incluyo una amplia variedad de hortalizas y frutas.
3. Consumo poco pescado y frutos de mar.
4. Suelo consumir pocos lácteos.
5. Como legumbres sólo cuando hace frío.
6. Como muchos hidratos de carbono simples (azúcares y dulces).
7. Suelo comer pan, pastas y arroz, pero no cereales integrales.
8. Ingiero manteca o margarina en abundancia.
9. Le pongo mucha sal a las comidas, incluso antes de probarla.
10. Abuso de los productos light o diet, pensando que no engordan.
TIPS PARA ALIMENTARSE MEJOR
1. Si usted saltea el desayuno, corre el riesgo de comer de más el resto del día, elegir alimentos más grasos y/o con elevado contenido de azúcares y, además, no incorpora a su organismo el calcio necesario para preservar la salud ósea. Un desayuno saludable debe aportar: leche, yogur o quesos descremados (si se trata de un niño menor de 3 años deben ser enteros) + cereales o derivados (copos para desayuno o avena, por ejemplo) o pan integral + frutas o jugos naturales.
2. Si no consume una variedad de frutas y hortalizas, no incorpora en forma equilibrada los nutrientes que brindan: vitaminas antioxidantes, ácido fólico, minerales, fibra y fito-químicos. Lo ideal es comer 5 porciones de frutas y hortalizas variadas a diario, crudas y cocidas. Esto lo ayudará a prevenir diferentes enfermedades tales como cáncer, diabetes, hipertensión, colesterol, osteoporosis, estreñimiento y diverticulosis, entre otras.
3. Si no come pescado habitualmente, se priva de su riqueza en ácidos grasos omega 3, que aumentan las defensas y disminuyen los procesos inflamatorios, además de incrementar la fluidez sanguínea y reducir los niveles de colestereol y triglicéridos. La recomendación: una porción mediana dos veces por semana, y en lugar de fritos al horno, parrilla, plancha, vapor o enlatados al natural.
4. Si come poca cantidad de legumbres, no se beneficia con su riqueza en proteínas, grasas vegetales, fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos. Además, son económicas y se las puede preparar de formas muy variadas: ensaladas, tortillas, souflés, budines, guisos o cazuelas.
5. Si Ud. consume hidratos de carbono simples en exceso (azúcar, miel, mer-
melada, caramelos, gaseosas comunes) aporta a su organismo calorías sin nutrientes esenciales lo que favorece la obesidad. Lo más conveniente para una alimentación equilibrada es que, alrededor de la mitad de las calorías totales que se incorporan, se componga de hidratos de carbono complejos (cereales y derivados, legumbres, papa, batata y choclo; frutas frescas, secas y semillas) y, de este total, sólo un 10% provenga de azúcares y dulces, aunque suele ocurrir lo contrario. Entonces, debe priorizar los hidratos de carbono complejos en su alimentación y, entre ellos, preferir los alimentos integrales, ricos en fibras y fitoquímicos, que ayudan en la prevención de ciertos tipos de cáncer, cardiopatías y diabetes, entre otros trastornos.
6. Si consume muchos alimentos grasos, tenga en cuenta que las grasas saturadas acompañadas de colesterol (en la manteca) y las grasas hidrogenadas (en la margarina) en exceso aumentan el riesgo de padecer enfermedades. En cambio, los aceites vegetales en crudo NO contienen colesterol, son fuente de grasas insaturadas beneficiosas y de vitamina E.
7. Si sala mucho los alimentos, recuerde que el sodio aumenta, en ciertos casos, el riesgo de padecer hipertensión. Lo más recomendable es moderar la sal y, para reducir su consumo, utilizando especias, hierbas aromáticas, ajo, cebolla, vinagre, aceto balsámico y jugo de limón, por ejemplo.
8. Si se excede con los productos light o diet, comete un grave error. Lea las etiquetas cuidadosamente para comparar entre distintas marcas y con el producto común. Por otra parte, debe ser sobrio con las porciones, especialmente con los quesos y postres. ¿Vía libre? Si, para caldos de verduras gaseosas y gelatinas light.