Esclerosis múltiple: qué es, cómo se detecta y cuál es su tratamiento

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Conocé las señales tempranas de esta enfermedad del sistema nervioso que afecta tres veces más a las mujeres y cuya causa aún permanece desconocida


La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune. Mientras en personas sanas los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico ayudan a proteger el organismo contra virus, bacterias y otras sustancias extrañas, en quienes tienen EM el sistema inmunológico ataca el cuerpo destruyendo la sustancia que rodea y protege las células nerviosas llamada vaina de mielina.

Cuando esto sucede, la mielina dañada o reducida no tiene la capacidad de enviar rápidamente mensajes desde el cerebro hasta las diferentes partes del cuerpo y viceversa, afectando distintas funciones corporales.

Cada 30 de mayo se conmemora el Día Mundial de la lucha contra la Esclerosis Múltiple; y su Día Nacional es el 18 de diciembre.

GRUPOS DE RIESGO

Tienen más probabilidad de tener EM:

  • Las mujeres jóvenes: afecta a ellas con más del doble de frecuencia que a los hombres y a menudo comienza entre los 20 y los 40 años.
  • Las personas blancas (caucásicas).
  • Las personas con familiares que tienen EM.
  • Quienes tienen otra enfermedad autoinmune (tiroides o diabetes tipo 1).

SÍNTOMAS

La EM afecta la sensibilidad, la capacidad intelectual y el movimiento. Los síntomas varían según la parte o partes del cuerpo en las que está dañada la vaina de mielina. Los más frecuentes incluyen:

  • Problemas de visión: visión doble, borrosa, ceguera parcial al color, dolor ocular y pérdida parcial o total de la visión.
  • Problemas de razonamiento y memoria.
  • Fatiga, debilidad muscular.
  • Mareos, problemas con la coordinación y el equilibrio.
  • Entumecimiento o debilidad en un lado o en la mitad inferior de su cuerpo; sensaciones como entumecimiento u hormigueo (llamadas “alfileres y agujas”).
  • Pérdida de control de esfínteres.
  • Temblores, espasmos o convulsiones.
  • Sensaciones de choque eléctrico causadas por mover la cabeza de cierta manera.
  • Sequedad vaginal en las mujeres y disfunción eréctil en los hombres.

Con frecuencia los síntomas aparecen y desaparecen. Las recaídas pueden durar días, semanas o meses y durante la remisión los síntomas pueden continuar o desaparecer por un tiempo.

Las lesiones pueden formarse y afectar permanentemente los nervios en esa área.

CAUSAS

La causa exacta se desconoce. Se considera, sin embargo, que puede ser el resultado de factores genéticos y ambientales (desde infecciones hasta el tabaco, la dieta y la vitamina D).

Una serie de virus también han sido vinculados a la enfermedad y distintas investigaciones apuntan a la microbiota intestinal ya que la enfermedad podría estar asociada con ciertas poblaciones y concentraciones de bacterias del intestino.

DIAGNÓSTICO

Al igual que otras enfermedades autoinmunes, la EM puede ser difícil de diagnosticar porque los primeros síntomas son los problemas de visión.

Como otras señales pueden afectar diferentes partes del cuerpo, el médico averigua el historial de salud y realiza un examen completo para descartar otras posibles causas.

Algunos estudios que puede solicitar, son:

  • Análisis de sangre. Pueden aparecer signos de otras enfermedades que causan síntomas similares a los de la EM.
  • Pruebas neurológicas. Un neurólogo puede evaluar el funcionamiento del sistema nervioso central, buscar cambios en los movimientos oculares, la coordinación muscular, la debilidad, el equilibrio, la sensación, el habla y los reflejos.
  • Punción espinal. Una pequeña cantidad de líquido extraído de la columna vertebral puede mostrar cantidades anormales de células sanguíneas o proteínas asociadas con la EM y descartar una infección viral u otras posibles afecciones.
  • Imagen por resonancia magnética. Puede mostrar imágenes detalladas del cerebro y la médula espinal y la presencia de lesiones o cicatrices que pueden asociarse a otras causas.

PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO

La EM no se puede prevenir ni evitar ya que se desconoce su causa.

En la actualidad, no existe cura. Por eso el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, retrasar el avance de la enfermedad y mantener una buena calidad de vida.

Para conseguirlo, se combinan el tratamiento médico y la terapia física, ocupacional y del habla con la administración de medicamentos para tratar los síntomas leves.

VIVIR CON ESCLEROSIS MÚLTIPLE

Convivir con una enfermedad crónica puede ser muy difícil tanto física como emocionalmente.

Sin embargo, ciertos cambios de hábitos pueden mejorar la calidad de vida:

  • Nutrición. Una alimentación bien balanceada, baja en grasas y alta en fibras, mantendrá el sistema inmunológico fuerte.
  • Actividad física. El ejercicio puede mejorar el tono y la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación y el estado de ánimo. Los ejercicios de estiramiento ayudan con la movilidad y la rigidez.
  • Descanso. Como la EM causa fatiga, es posible que sea necesario adaptar los horarios para incluir más tiempo de descanso.
  • Evitar el calor. En exceso, puede causar dolor en los nervios y llevar a una debilidad muscular extrema. Conviene evitar jacuzzis o saunas, o los baños o duchas con agua caliente. Tomar un baño frío o encender el aire acondicionado suelen ayudar.

VER TAMBIÉN → Enfermedades autoinmunes: qué pasa cuando las defensas se rebelan

Fuentes:

Más información: Esclerosis Múltiple Argentina