En cantidad moderada, su poder estimulante es positivo. Pero no conviene superar las tres tazas por día El café, junto con el mate, es la bebida social por excelencia. En nuestro país se toma un promedio de 140 ó 150 tazas por año
En cantidades moderadas el café -bebida que contiene cafeína, un alcaloide estimulante del sistema nervioso central-tendría un efecto benéfico sobre la salud visual, la diabetes, el corazón, el hígado, las defensas y los cálculos biliares. Su acción estimulante lo hace útil para mitigar la fatiga y la migraña.
En cambio, más de seis tazas por día favorecen la aparición de intranquilidad, insomnio, temblores, taquicardia, irritación gástrica y dolor de cabeza. Conviene evitar el café en caso de malestar gástrico e intestinal, y moderar su consumo a no más de tres tazas diarias en caso de embarazo, lactancia e hipertensión.
Se recomienda prepararlo con agua que no llegue al punto de hervor, y no recalentarlo. El mejor sabor y presentación se logra al tomarlo recién hecho y muy caliente, servido en tazas de loza, cerámica o porcelana.