¿Qué es la litiasis biliar?

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Los tan comunes cálculos en la vesícula se presentan con mayor
frecuencia en las mujeres


La vesícula biliar es un órgano de unos 5 a 7 centímetros de largo que se
encarga de almacenar la bilis -sustancia utilizada para la digestión de los
alimentos- provista por el hígado, y de segregarla al duodeno cuando se
ingieren grasas, a fin de facilitar su digestión y absorción .
Cualquier situación que retrase u obstruya el flujo de la bilis puede
favorecer problemas en la vesícula biliar, entre los que se encuentran los
cálculos, también conocidos como litiasis biliar.

¿Qué son los cálculos?
Son formaciones de materias sólidas en la vesícula. Pueden ser pequeños
como granos de arena o grandes como toda la vesícula, aunque la
mayoría mide menos de 2 centímetros.

Existen dos clases principales de cálculos biliares:
* Los de colesterol. En el 80 por ciento de los casos están compuestos en 
su mayor parte por esa sustancia. Suelen responder a tratamiento de dieta y 
fármacos. Cuando esto no sucede se debe recurrir a la cirugía; al ser extraída 
la vesícula la bilis fluye directamente del hígado hacia el intestino delgado.
* Los pigmentarios. Se dan en el 20 por ciento de los casos, y están
constituidos en su mayor parte por sales de pigmentos biliares y otros
compuestos.

Los factores de riesgo
* Edad. Son más frecuentes a partir de los 40 años; la incidencia es aún
más importante en los mayores de 70 años.
* Sexo femenino.
* Embarazo. Los cálculos menores a 1 centímetro suelen desaparecer
después del parto.
* Ingesta de anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva con
estrógenos.
* Antecedentes familiares.
* Obesidad.
* Pérdida rápida de peso.
* Diabetes.
* Cirrosis hepática.
* Enfermedad de Crohn, afección crónica en la que el propio sistema de
defensas ataca el intestino produciendo su inflamación.

Los síntomas
Muchas personas con cálculos en la vesícula carecen de síntomas. Sin
embargo, cuando las señales se presentan se suele experimentar:
* Dolor fuerte y persistente en el abdomen superior, que puede propagarse
al tórax, hombros y espalda y a veces se confunde con los síntomas de un
ataque al corazón.
* Sensibilidad al tacto en el lado derecho del abdomen cuando la vesícula
biliar está inflamada.
* Indigestión, náuseas y/o vómitos.
* Ictericia (piel amarillenta).
* Escalofríos y fiebre cuando los cálculos biliares impiden el paso de la
bilis.

El diagnóstico
La radiografía y la ecografía pueden ayudar al médico en primera
instancia a determinar la presencia de cálculos en la vesícula.

El tratamiento
Cambios en la alimentación y fármacos son la primera línea terapéutica.
Sin embargo, en el 40 por ciento de los casos esto no es suficiente, y se
recurre a la extracción de la vesícula quirúrgicamente.