El ejercicio físico aumenta las defensas

6085

Los expertos insisten en la importancia de fortalecer las defensas para proteger a nuestro organismo de las infecciones. El ejercicio regular es clave


La pandemia de COVID-19 planteó muchas preguntas acerca de cómo el ejercicio físico puede proteger a las personas de la infección al aumentar su inmunidad, minimizar el impacto del virus y acelerar la resolución viral si la infección se produce.

Todo lo aprendido y los resultados de numerosos estudios anteriores volvió a confirmar que el ejercicio físico tiene un profundo impacto en el funcionamiento normal del sistema inmunitario.

Las investigaciones han demostrado, por ejemplo, que tener mejor aptitud cardiorrespiratoria y realizar ejercicio regular de intensidad moderada a vigorosa permite:

  • Mejorar las respuestas inmunes a la vacunación.
  • Reducir la inflamación crónica inicial.
  • Mejorar varios marcadores relacionados con las defensas especialmente en personas que atraviesan estados de enfermedad tales como cáncer, VIH, enfermedades cardiovasculares, diabetes, deterioro cognitivo, sobrepeso u obesidad.

Cada ejercicio, particularmente el cardiorrespiratorio dinámico de todo el cuerpo, moviliza al instante y literalmente a miles de millones de células inmunes, especialmente aquellos tipos de células que son capaces de llevar a cabo funciones “efectoras” como el reconocimiento y la destrucción de células infectadas por los virus.

Las células movilizadas primero ingresan al compartimento sanguíneo y luego pasan a órganos y tejidos, en particular a los pulmones y el intestino, donde se puede requerir una mayor defensa inmunológica.

Su recirculación frecuente entre la sangre y los tejidos aumenta la vigilancia de las defensas del organismo, fortaleciendo la resistencia a las infecciones y ayudando a estar mejor equipados para lidiar con cualquier agente infeccioso que se haya afianzado.

El ejercicio también libera varias proteínas que pueden ayudar a mantener la inmunidad al activar compartimentos celulares que trabajan en conjunto para aumentar la resistencia a la infección.

Debido a estos hallazgos, los expertos sostienen que es de vital importancia mantener los niveles de actividad dentro de las pautas recomendadas de treinta minutos diarios (continuos o en tandas) ya que el ejercicio tiene un efecto directo positivo sobre las células y las moléculas del sistema inmune.

EJERCICIO EN CASA

Si no encontraste el movimiento regular que te permita mantenerte activo, es primordial descubrir formas creativas de hacer ejercicio que te saquen del sedentarismo.

El ejercicio en casa es una alternativa posible y la propuesta debe ser segura, sencilla y de fácil implementación; por ejemplo:

  • Ejercicios de fortalecimiento: subir y bajar escaleras, hacer sentadillas, abdominales y flexiones, hacer movimientos sentado en una silla o recostado en el piso. 
  • Actividades para el equilibrio primero manteniendo el peso en un pie y luego en el otro.
  • Ejercicios de estiramiento: realizar movimientos articulares y estiramientos de brazos y piernas.
  • Alternativas aeróbicas: caminar en la casa, el patio o el balcón, hacer compras o trámites a pie.
  • Videos de ejercicios de páginas web y aplicaciones móviles.

Si bien el ejercicio no evitará las enfermedades infecciones, mantenernos activos aumenta nuestro sistema inmunológico y esto permite:

  • minimizar los efectos nocivos del virus,
  • reducir la severidad de nuestros síntomas,
  • acelerar nuestros tiempos de recuperación y
  • disminuir la probabilidad de que podamos infectar a otros con quienes hayamos estado en contacto.

Fuentes:

  • Chen P, Mao L, Nassis GP, Harmer P, Ainsworth BE. La necesidad de mantener la actividad física regular mientras se toman precauciones, J Deporte Salud Ciencia-2020.
  • Richard J. Simpson, Ph.D., FACSM, Exercise, Immunity and the COVID-19 Pandemic, March 30, 2020.

VER TAMBIÉN: