Semillas del fruto del haba, planta herbácea de la familia de las Leguminosas. Desde el punto de vista botánico, el fruto es una legumbre formada por una vaina carnosa de color verde, en cuyo interior se hallan las semillas (habas propiamente dichas).
Las habas presentan una proporción apreciable de hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de almidón. Respecto a su contenido en vitaminas cabe destacar su riqueza en ácido fólico, niacina y vitamina C. El hierro, de tipo no hemínico (cuya absorción se potencia por la presencia simultánea de la vitamina C), es uno de los minerales más abundante, seguido del magnesio y el potasio.
Las habas, contienen flavonoides, compuestos con carácter antioxidante a los que se les han atribuido propiedades anticarcinogénicas y que también se han relacionado con un menor riesgo de enfermedad coronaria. En concreto, se han encontrado flavonoles como la miricetina (2.6mg/100 g), quercetina (2.0mg/100 g) y kaempferol (<0.2mg/100 g), y flavonas como la luteolina (<0.1 mg/100 g) y apigenina (<0.2mg/100 g).
También aportan pequeñas cantidades de isoflavonas (contenido total de isoflavonas: 0.03mg/100 g de parte comestible).
Algunos estudios han indicado que las habas disminuyen los niveles de colesterol en sangre. De hecho, se ha encontrado que la administración de una dieta a base de habas en ratas, induce un descenso significativo de los niveles plasmáticos de colesterol total y de su fracción LDL-colesterol (colesterol malo), sin modificar los de HDL-colesterol (colesterol bueno)
Fuente: Portal 5aldia
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