Las medidas para decidir el consumo de bebidas deportivas y energizantes en niños y adolescentes, incluyen:
1. Comprender que las bebidas energizantes plantean posibles riesgos para la salud principalmente debido al contenido de estimulantes; por lo tanto, no son apropiadas para niños y adolescentes y nunca deben consumirse.
2. Restringir la ingesta frecuente de bebidas deportivas que contienen azúcar en niños y adolescentes. La ingesta puede conducir a un consumo excesivo de calorías y un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad, así como a la erosión dental.
3. Entender que las bebidas deportivas tienen una función limitada específica para los atletas infantiles y adolescentes. Estas bebidas deben ingerirse cuando existe la necesidad de una reposición más rápida de hidratos de carbono y/o electrolitos en combinación con agua durante los períodos de participación deportiva prolongada y vigorosa u otra actividad física intensa.
4. Promover el agua, no las bebidas deportivas ni las bebidas energéticas, como fuente principal de hidratación para niños y adolescentes.