En la Semana Mundial de la Lactancia -primera semana de agosto- las naciones se unen para aumentar la concientización de este acto de amor que aumenta las defensas del recién nacido y lo prepara para un crecimiento saludable
La lactancia materna exclusiva es uno de los pilares más importantes tanto para el crecimiento del bebé como para la salud futura del niño.
Según la Organización Mundial de la Salud, lo ideal es que el bebé reciba leche materna como alimento exclusivo al menos durante los primeros 6 meses de vida, y que a partir de esa edad se vayan incorporando ciertos nutrientes sin descuidar la lactancia materna, la cual debería prolongarse hasta los 2 años.
Sin embargo, sigue siendo alta la población de recién nacidos que recibe sustitutos de leche materna —fórmulas— en forma temprana. Para los expertos, esto se debe a varios factores:
- Desinformación: muchas madres consideran erróneamente que menos tiempo de lactancia es suficiente para asegurar una buena salud en su bebé.
- Trabajo materno: el destete temprano se asocia con la reincorporación laboral de la madre, a los 3 meses del parto.
- Uso del chupete: distintas investigaciones sostienen que el chupete usado desde el primer mes de vida ocasiona una “confusión bucal” porque implica una succión distinta al amamantamiento y favorece el abandono de la teta; mientras que otros revelaron que las madres de niños que no usan chupete tienden a amamantarlos más a menudo quizá como reemplazo de este “pacificador” en los momentos de llanto.
En cualquier caso, tener en cuenta desde el embarazo la importancia de amamantar al bebé y prepararse física y emocionalmente para ese momento resulta indispensable para que madre e hijo obtengan todos los beneficios de este acto tan saludable como natural.
LOS 10 MITOS MÁS COMUNES
Cuando se trata de amamantar, sobre todo si se es madre primeriza, los consejos y opiniones abundan y algunas recomendaciones no son siempre las más adecuadas.
A continuación, te mostramos las verdades que destierran a los mitos más frecuentes relacionados con la lactancia. Una oportunidad para revalorar la importancia del mayor acto de amor: dar la teta al recién nacido.
l. Los senos pequeños no producen leche: el tamaño carece de importancia porque el tejido funcional de la mama que contiene los conductos que producen leche crece a medida que avanza el embarazo, independientemente del tamaño de los senos.
2. La mujer que tiene implante de mamas no puede dar la teta: todo depende del caso. Si el implante se inserta correctamente, cerca de la axila o debajo del tejido de la mama o del músculo, no debería interferir con la lactancia.
3. Hay que amamantar cada dos horas para que el bebé no pase hambre: los patrones de alimentación de los bebés son individuales y no se puede generalizar el horario conveniente para darles de comer. Durante los primeros meses lo más conveniente es prestar atención a lo que el niño necesita.
4. Si un niño no aumenta de peso es posible que la leche de su madre sea de baja calidad: el bajo peso del bebé no se relaciona necesariamente con la baja calidad de la leche materna. En la mayoría de los casos se presenta una succión ineficiente, dificultades en la colocación y postura al mamar o bien un problema orgánico que debe diagnosticar el neonatólogo.
5. Hay que amamantar en forma espaciada para que se produzca suficiente leche: en realidad una madre lactante siempre está produciendo leche, lo que sucede es que cuanto más vacío esté el pecho, más rápido trabajará el cuerpo para reabastecerlo. En cambio, si está lleno, más lenta será la producción. Si una madre espera sistemáticamente a que se le llenen los pechos para amamantar, el cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y, por lo tanto, reducir la producción.
6. Deben usarse ambos pechos en cada toma: se recomienda dejar que el bebé termine de tomar del primer pecho antes de ofrecer el segundo, ya que la última leche (conforme se va vaciando el pecho) es la que contiene más calorías. A la siguiente toma, deberá comenzar por el último pecho de la toma anterior.
7. Una madre debe tomar leche para producir leche: si bien el consumo de lácteos es recomendable, lo cierto es que una dieta saludable de hortalizas, frutas, cereales y proteínas es suficiente para nutrirse y producir leche. Además, resulta indispensable beber entre 2 y 2.5 litros de líquidos a diario, sin azúcares ni alcohol.
8. Amamantar por más de un año hace difícil el destete: en realidad no existen pruebas al respecto. Algunos necesitarán ser amamantados más tiempo, mientras que otros requerirán de menos. Algunos dejan por cuenta propia después de un año, mientras que hay otros que continúan hasta los dos años. El tiempo mínimo de lactancia debe llegar a los seis meses para obtener todos los beneficios de la leche materna.
9. Algunos niños son alérgicos a la leche materna: la leche materna es la sustancia más natural, noble y conveniente para un niño. Sin embargo, en ocasiones los niños pueden ser alérgicos a alguna sustancia presente en la leche, no a la leche en sí misma. Si el pequeño muestra síntomas de rechazo o problemas de alergia es importante consultar con el neonatólogo. En ocasiones este problema es fácil de eliminar ya que es suficiente con cambiar la dieta de la mamá. Los productos que pueden transmitir sustancias que causan reacciones alérgicas son generalmente el chocolate, el huevo y las nueces.
10. Si el bebé usa chupete no toma la teta: un estudio reciente reveló que el chupete no interfiere con la lactancia porque no sirve para calmarlo cuando tiene hambre. Sin embargo, recomiendan evitarlo durante el primer tiempo para que aprenda el patrón de succión para alimentarse correctamente.
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