Todos sabemos que tener amigos nos alegra la vida pero la ciencia descubrió que esos vínculos son importantes además para nuestra supervivencia. Un estudio llevado a cabo sobre 300 mil personas en los Estados Unidos comprobó que contar con un amplio círculo social reduce a la mitad el riesgo de mortalidad. La ausencia de esta red de contención resultaría tan perniciosa para la salud como el consumo de quince cigarrillos diarios o ser alcohólico
El estudio fue llevado a cabo por la Universidad de Brigham Young de Utah, Estados Unidos, y en el se incluyeron a más de 300 mil personas de todo el mundo, a quienes se siguió durante un período de siete años y medio. Como resultado se vio que la calidad y cantidad de los contactos sociales no sólo está vinculada a la salud mental, sino también a la disminución de la mortalidad.
Según el estudio, publicado en PLoS Medicine (revista de la Biblioteca Pública de Ciencia que publica sus contenidos con acceso abierto) en 2019, tener pocos amigos es tan dañino para la supervivencia como fumar 15 cigarrillos al día o ser alcohólico.
Una de las explicaciones de este hecho sería que preocuparse por los demás nos hace cuidar mejor de nosotros mismos. Los investigadores advierten que en la vida moderna los contactos sociales se están deteriorando por el esfuerzo que significa tener una vida profesional y familiar, y encontrar un equilibrio entre ambas.
Peor que la obesidad
La pérdida del apoyo social reduce las posibilidades de supervivencia aún más que otros factores como la obesidad o la falta de ejercicio, expresan los autores. Agregan que hay muchas formas en que amigos, colegas y familia pueden ayudar a mejorar la salud y el bienestar.
«Cuando alguien está conectado a un grupo y siente responsabilidad por las demás personas, ese sentido de propósito y significado se traduce a tener un mejor cuidado de sí mismo y a tomar menos riesgos», destacó la doctora Julianne Holt-Lundstad, directora del estudio.
En la investigación las personas con las redes sociales más amplias mostraron mejores niveles de salud y perspectivas de vida: tenían 1,5 veces más posibilidades de estar vivos a una determinada edad que los individuos solitarios.
A toda edad
Los efectos de la falta de apoyo social son notorios en todos los grupos de edad. El estudio incluyó a personas de diversas edades y orígenes, y los resultados fueron los mismos en todos grupos, independientemente del estado inicial de salud.
«El efecto no sólo ocurre en los adultos mayores. Las relaciones ofrecen un nivel de protección en todas las edades», afirmó Timothy Smith, otro de los autores del estudio. Advierte que las comodidades modernas y la tecnología pueden conducir a que algunas personas piensen que los contactos sociales cara a cara ya no son necesarios.
«La responsabilidad sobre otros es algo que damos por sentado, como los peces que no notan el agua. Pero la constante interacción no sólo es beneficiosa psicológicamente sino también para nuestra salud física», dijo el investigador.
También otros expertos están de acuerdo en que las amistades son esenciales para la supervivencia humana. «Estamos diseñados para vivir y trabajar en grupos -señaló Christine Northam, asesora de la organización Relate-. Esto comienza en la infancia con nuestra familia, después la escuela amplía nuestro círculo social; las relaciones nos sostienen y ayudan a nuestra salud mental y bienestar. El aislamiento, por otra parte, está vinculado a enfermedades mentales, ansiedad y mala salud.»
Ver también: Día del Amigo, una oportunidad para agradecer a quienes alegran tu vida y mejoran tu salud.