Seguramente ya sabés, porque lo sentís, que tener amigos hace bien. En esta nota te contamos qué dice la ciencia sobre este vínculo tan necesario como vital
De acuerdo a la Real Academia Española, la amistad es un “afecto personal, puro, desinteresado y compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. A esta definición habría que agregar la palabra “esencial” ya que se trata de uno de los vínculos más saludables y necesarios para la vida.
Seguramente escuchaste muchas veces que el ser humano es un ser social por naturaleza. Desde tiempos remotos nuestros ancestros descubrieron los beneficios de vivir en clanes, reunirse en grupos, sostenerse unos a otros como una forma de garantizarse ayuda, un modo natural de encontrar apoyo. Y estaban en lo cierto.
Una nueva teoría, bautizada como “Hipótesis de la alianza para la amistad humana”, se aleja de las tradicionales interpretaciones sobre por qué hacemos amigos -más enfocadas en la riqueza, la popularidad o las similitudes- y afirma que las personas quieren amigos que cuiden de ellos y no solo que les den algo, ya que no se mantiene la cuenta exacta de los bienes dados ni recibidos cuando una relación es estrecha.
Por eso, la amistad es un vínculo que aporta satisfacción plena, apoyo emocional y seguridad, y que tiene notables beneficios para la salud.
UN CÍRCULO VIRTUOSO
Diversas investigaciones demostraron que los beneficios tienen sustento biológico: cuando experimentamos emociones positivas provistas por relaciones sanas como la amistad:
- el corazón se hace más rítmico y el cerebro libera sustancias que aumentan la sensación de bienestar,
- el sistema inmune trabaja mejor,
- nuestro cuerpo tiene mayor capacidad para regenerar nuestras células.
Si, en cambio, experimentamos resentimiento, odio o enojo, las hormonas del estrés -como el cortisol-, son liberadas a la sangre reduciendo la eficacia del sistema de defensas y aumentando la probabilidad de enfermar.
Una investigación australiana, publicada en el Journal of Epidemiology and Community Health, reveló que la amistad prolonga la esperanza de vida en los mayores incluso más que las relaciones familiares.
Este vínculo, esta elección que supera los lazos sanguíneos y la genética y depara tantos beneficios podría tener su origen en la necesidad de tener aliados que nos ayuden frente a potenciales conflictos y, según los expertos, es saludable porque mientras el trato con las familias no se elige, la amistad sí, desligando obligaciones en el vínculo.
Otros estudios también confirman la importancia de la vida social como fórmula para mantenerse motivados y activos, aumentando las ganas de vivir y la longevidad, por lo que nuestra expectativa de vida está íntimamente relacionada con la calidad de nuestras relaciones sociales.
Sin embargo, el hecho de tener amigos no significa que uno pueda abandonar un estilo de vida saludable. Por el contrario, mantener una red social cercana y fuerte multiplica los efectos positivos de los hábitos sanos.
Este 20 de julio, celebrá con tus amigos. Hacete tiempo para compartir este día con ellos y brindá por ese vínculo que mejora tu salud y tu calidad de vida.
Ver también: Está comprobado que tener amigos nos ayuda a vivir más.