Te contamos cómo aprovechar los restos de frutas, verduras, carnes, lácteos y líquidos con ideas sencillas que te ayudarán a reducir los desperdicios, economizar y promover la ecología
Muchas veces comemos más de la cuenta por aquel viejo mandato de “limpiar el plato”, relacionado con épocas en que la escasez transformaba en un pecado desperdiciar alimentos. Cierta conciencia social evidencia que hoy tampoco, con gran parte del mundo en situación de hambre, es una buena costumbre tirar comida.
Por eso, estas ideas para utilizar la comida sobrante y la ayuda de la tecnología aplicada al hogar, hacen que podamos considerar formas de evitar el desaprovechamiento y, al mismo tiempo, ganarle a la excusa para comer de más.
Con ingenio y buena información, podrás reducir los desperdicios y volver a aprovechar los alimentos al máximo.
RECOMENDACIONES GENERALES
* Guardá la comida aprovechable en la heladera ni bien termines de levantar la mesa. Si no vas a aprovechar los restos de inmediato, freezá con fecha y descripción en la etiqueta de la bolsa.
* Comé los restos pronto. Aprovechá lo que quedó de la cena para el almuerzo o la cena del día siguiente. Se recomienda que las comidas ya preparadas se consuman dentro de las 48 horas.
*Designá una cena cada semana para aprovechar una comida reciclada. Antes de cocinar una nueva comida, mirá en la heladera y el freezer para aprovechar restos de comidas anteriores y combinalos con otros alimentos que de otra manera podrían ser pasados por alto.
IDEAS PARA CADA ALIMENTO
VERDURAS Y FRUTAS
- Si sobraron vegetales los podés utilizar como relleno de tartas, budines o soufflés.
- Herví los restos y puntas de cebollas, ajíes, zanahorias o apio. El caldo sirve como líquido en la cocción de carnes o para hacer sopas; también puede congelarse.
La cebolla y el ají picados pueden congelarse sin que pierdan su sabor. Esto vale también para la mayoría de las hortalizas: zanahoria, brócoli, coliflor, espinaca, etc. - Horneá los tomates que sobran: quedan deliciosos secados y condimentados con unas gotas de aceite de oliva.
- El vinagre es la mejor forma de conservar no sólo los pepinillos sino cualquier tipo de vegetal.
- Con las bananas maduras y antes de que las frutas se pasen prepará jugos o licuados. Suelen gustar mucho a los chicos y, además, son una forma distinta de ofrecerles fruta.
- Con la mayor parte de las frutas se puede hacer mermelada de forma muy sencilla. Basta con acomodar la fruta en trozos en una olla con un poco de agua (media taza por fruta) y agregar edulcorante a gusto y unas gotas de esencia de vainilla. Llevar al fuego y cocinar hasta que la fruta esté completamente blanda. Pisar con pisapapas o pasar por la multiprocesadora. Dejar enfriar y ¡listo!
- Una compota de frutas es ideal para aprovechar todas aquellas que están a punto de pasarse; además resulta más apetitosa que la fruta entera. Podés reemplazar azúcar por edulcorante, cortar las frutas en trozos y llevar al fuego con una taza de agua por fruta. Si lo deseás, podés agregar un toque de canela.
- El pan fresco congelado queda perfecto después de unos minutos en la tostadora e inclusive en el microondas. Si compraste mucho pan, guardá una parte en el freezer para otra oportunidad.
- Las sobras de pan secas al horno pueden usarse en forma de cubitos (croutones) para acompañar sopas o salsas.
- Rallá el pan seco para hacer milanesas o para espesar las salsas.
- Si por alguna razón te sobra una cantidad importante de pan, el budín de pan es un postre que disfrutan grandes y chicos.
- Congelá la carne que no vayas a usar en el lapso de un día. Separala en diferentes porciones con plástico o bolsas para evitar que se solidifiquen juntas y poder descongelarlas posteriormente en la cantidad necesaria.
- Huesos de pollo, cerdo o vaca hervidos sirven para hacen caldo, que una vez frío se puede desgrasar. El caldo es ideal para saborizar salsas y agregar líquido a la cocción de otras carnes o guisos.
- Aprovechá los restos de pollo cocido para ensaladas, sándwiches o rellenos de tartas, empanadas y budines.
- Si sobraron carnes rojas o pollo los podés calentar y acompañar con guarnición de vegetales.
- Podés fetear la carne al horno y agregarle tomate, queso y orégano; o picar el pollo y hacer un wok agregándole hortalizas.
- La leche se puede congelar si el sachet o el recipiente tiene suficiente espacio para que se expanda.
- Para congelar huevo es necesario batirlo como para hacer una tortilla y guardarlo en una cubetera o bol pequeño.
- Aprovechá el queso blanco antes del vencimiento para darle un toque especial al puré de papas.
ESPECIAS FRESCAS
- Prepará pesto o chimichurri con el perejil o la albahaca. Esta última también puede guardarse fresca en una bolsita dentro del freezer.
- Lavá y picá las especias frescas y acomodalas dentro una cubetera, añadí un poco de agua y congelalas. Cuando las necesites en la cocina, añadile un cubito a la preparación.
- Armá un ramito con las hierbas frescas y dejalas secar colgadas en un lugar oscuro y seco.
LÍQUIDOS
- Café y té que sobren pueden convertirse en cubitos de hielo para enfriar las bebidas y darles un toque especial.
- El resto de vino que quedó de una botella pueden ser la base ideal para una salsa de tomate o un fondo de cocción para las carnes. Recordá que, con el calor, el alcohol se evapora dejando todo el sabor en la preparación.
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